Conozca a Maria Elena Almengor de León…Nacida de familia interiorana, donde se formó para ser educadora. Una vez completada esta etapa, se muda a Costa Rica y luego a México donde se sigue preparando en Turismo, en lo cual veía y ha visto siempre una gran oportunidad de desarrollo. Regresa a Panamá a partir del año 2000 y desde entonces y hasta ahora ha dedicado su vida al desarrollo turístico en comunidades de la provincia de Coclé.
Preside la Fundación Para El Desarrollo Turístico Integral de la provincia de Coclé, logrando alcanzar grandes logros a través de diversas actividades de interés turístico comunitario, sobre todo en beneficio de las mujeres. Otra de sus facetas es la de escritora, con varios artículos y dos libros, uno que está por salir y que nos lleva a valorar la vida con todas las bondades que nos brinda.
Compartiremos su pensar en varios topicos de interés sobre el papel cada vez más protagónico de la mujer, en este mes de marzo, en que se le reconocen sus logros.
¿Cómo valora la conmemoración del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer?
Para mostrar aprecio o reconocimiento de una fecha definitivamente hay que irse al valor histórico que esta representa.
Por supuesto, todas, pero todas las mujeres, debemos ser conscientes de la lucha que hicieron aquellas valiosas mártires que murieron incineradas en aquella fábrica de ropa producto del incendio que se dió, pero no fue por éste, murieron por el encierro.
Fueron condenadas y está es la situación que nos debe llevar a reflexionar sobre este día. Cuando vemos a mujeres encerradas en la ignorancia por que no han tenido acceso a la educacion, fracasamos…Cuando vemos a jóvenes mujeres ofreciendo su cuerpo, vulnerando su capacidad de una vida sana sin pensar en el peligro de una enfermedad o hasta la muerte, fracasamos… Cuando vemos mujeres capacitadas, profesionales, encerradas en relaciones dañinas, de abusos fisicos o metales, fracasamos como sociedad, este es el encierro que mata a cada mujer.
A nivel comunitario, ¿Cuál considera que es su huella de vida a lo largo de su carrera como defensora de los derechos de la mujer rural?
La única huella que yo considero que puede dejar cualquier ser humano en la tierra es «la capacidad de poder transmitir los cocimientos», nosotros venimos con un vínculo directo con todos los seres de este planeta, el cual amo y sobre el cual me derramo de alegría al mirar la hermosura de las montañas, el verdor del bosque, la ricura del agua, la frescura del viento; sin embargo hay que mirar mucho más allá que simplemente ver el árbol de mango que le pides dar frutos, hay que ver ¿Por qué vive ese árbol?, ¿Cómo ese árbol llegó allí?, ¿Cómo se sembró ese árbol? Y si fue una ave quien trajo la semilla, que tengo yo que hacer para cuidar el ave. Considero que el mayor legado que puedo dar es la enseñanza, en eso se centra mi vida. Voy a las comunidades a enseñar, tratar de buscar a través de una unidad con ese derecho de congregación, formar las agrupaciones que luego con conocimento de causa, se puedan lanzar en voz y puedan defenderse, hacer valer su derecho a ser escuchadas.
Este es mi legado para las comunidades y de que sus mujeres se empoderen de la gracias de dar a conocer sus problemas y lograr así buscar posibles soluciones.
¿Cuál es el mensaje para aquellas jóvenes que deseen seguir sus pasos?
Que sin importar la carrera o el trabajo que decidan tomar, no comprometan sus principios o su moral, hablar siempre en positivo, educarse, aceptar consejos de quienes sean expertos en algo, tener una palabra de ánimo para si mismas en situaciones difíciles, no permitir que la opinión de otros, que no coincida con la suya, le haga salir de sus metas.
Lo más importante es que al final del camino tengan la satisfacción de alcanzar lo que se propongan.

Foro Seguridad hídrica, acceso al agua y saneamiento, organizado por la CAPAC, noviembre 19, 2024.