Elon Musk y la resaca del poder

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El 11 de marzo de 2025, las acciones de Tesla cerraron en 182 dólares, lo que representa una caída del 33% desde el pico postelectoral de 271 dólares alcanzado el 6 de noviembre de 2024.

La relación entre Elon Musk y Donald Trump se consolidó durante la campaña presidencial de 2024. Registros de la Comisión Federal Electoral (FEC) revelaron donaciones significativas de Musk a través de su super PAC, America PAC, superando los 250 millones de dólares. Este apoyo financiero jugó un rol importante en la campaña, y tras la victoria de Trump, la influencia de Musk se formalizó con su nombramiento como jefe del DOGE. Esta entidad, establecida mediante una orden ejecutiva el mismo día de la toma de posesión, el 20 de enero de 2025, tenía como objetivo central la reducción del gasto federal, una prioridad clave de la administración Trump.

Desde su creación, el DOGE, bajo el liderazgo de Musk, ha implementado una serie de medidas de austeridad que han resonado en la esfera pública y gubernamental. Entre las acciones más destacadas, se encuentra el cierre temporal de la Agencia de Desarrollo Internacional de EE.UU. (USAID), una medida que generó controversia y debate sobre la política exterior estadounidense. Además, se ha mencionado la posibilidad de despidos masivos en diversas agencias federales, lo que ha intensificado la polarización de opiniones y afectado la imagen pública de Musk, quien pasó de ser visto como un innovador disruptivo a una figura política divisiva.

Las ventas de Tesla: descenso en mercados clave

Tesla, la empresa automotriz insignia de Musk, ha sido una de las más directamente afectadas por este nuevo panorama. Los datos de ventas de enero y febrero de 2025 revelan una clara tendencia a la baja en mercados cruciales. En Estados Unidos, el principal mercado de Tesla, las entregas se contrajeron un 12% en comparación con el mismo bimestre de 2024, pasando de 131,000 a 115,000 vehículos, según cifras publicadas el 10 de marzo de 2025 por diversas fuentes del sector automotriz. Este descenso de 15,700 unidades en dos meses representa una caída significativa en el ritmo de ventas de Tesla en su mercado doméstico.

La imagen pública de Elon Musk ha sufrido un deterioro notable en los primeros meses de 2025. Su aprobación general en Estados Unidos cayó del 52% en octubre de 2024 al 41% en febrero de 2025.

La situación en Europa no es más alentadora. Las matriculaciones de vehículos Tesla en el continente europeo disminuyeron un 9% durante el mismo período de enero y febrero de 2025, reduciéndose de 62,000 a 56,400 unidades, de acuerdo con un informe del 7 de marzo de 2025 de una consultora especializada en el mercado automotor europeo. Esta disminución de 5,600 unidades en la región europea subraya la amplitud geográfica del impacto negativo en las ventas de Tesla.

Analistas de mercado atribuyen esta caída a un factor combinado de boicot de consumidores progresistas, particularmente en estados como California, un mercado históricamente fuerte para Tesla, donde las ventas sufrieron una caída aún más pronunciada del 15% solo en enero de 2025. Este boicot estaría motivado por la oposición a la alianza Musk-Trump y las políticas asociadas. Además del boicot, la percepción de marca de Tesla se ha visto erosionada, especialmente entre el electorado demócrata. Encuestas revelan que la aprobación de Tesla entre votantes demócratas se desplomó del 62% en octubre de 2024 al 48% en febrero de 2025, según un sondeo realizado el 5 de marzo de 2025 por una firma de investigación de opinión pública. Esta pérdida de 14 puntos porcentuales en la aprobación entre un segmento clave de consumidores refleja un daño significativo a la imagen de la marca.

Contratos de SpaceX: entre avances tecnológicos y obstáculos políticos

SpaceX, la empresa espacial de Musk, que depende en gran medida de contratos gubernamentales, ha experimentado un inicio de 2025 con altibajos. En noviembre de 2024, justo antes del cambio de administración, SpaceX celebró el exitoso sexto vuelo de prueba del Starship, un logro tecnológico presenciado por el entonces presidente electo Trump y el propio Musk. Este éxito técnico inicial parecía augurar un futuro prometedor para la empresa bajo la nueva administración.

Sin embargo, a partir de enero de 2025, la relación de SpaceX con el gobierno federal se tornó más compleja. El 25 de febrero de 2025, se reportó un incidente que tuvo repercusiones directas en la situación contractual de SpaceX. La amenaza de Musk de despedir a empleados federales que no cumplieran con las directivas del DOGE provocó la cancelación inmediata de un contrato de 50 millones de dólares con Starlink, el servicio de internet satelital de SpaceX, por parte del Departamento de Defensa. Aunque los detalles específicos del contrato y las razones exactas de la cancelación no se han hecho completamente públicos, esta pérdida financiera representa una señal de tensión entre el DOGE, liderado por Musk, y las agencias gubernamentales tradicionales. Esta cancelación podría ser un indicativo de un enfoque más estricto o de posibles fricciones burocráticas que SpaceX podría enfrentar bajo la nueva administración.

A pesar de este revés, SpaceX mantiene contratos importantes con la NASA, incluyendo un contrato de 2,600 millones de dólares para el programa Artemis, un proyecto de exploración lunar de gran envergadura. Según un comunicado de la NASA del 15 de enero de 2025, este contrato sigue vigente. No obstante, hasta el 12 de marzo de 2025, no se habían anunciado nuevas adjudicaciones de contratos gubernamentales significativos para SpaceX, lo que sugiere una posible ralentización en el ritmo de expansión de la cartera de contratos públicos de la empresa.

Reacciones del mercado bursátil: castigo severo a Tesla

El mercado bursátil ha reaccionado de manera contundente a la situación de Tesla. Las acciones de la compañía han experimentado una corrección significativa desde enero de 2025. El 11 de marzo de 2025, las acciones de Tesla cerraron en 182 dólares, lo que representa una caída del 33% desde el pico postelectoral de 271 dólares alcanzado el 6 de noviembre de 2024, inmediatamente después de las elecciones presidenciales. Esta disminución del valor bursátil se traduce en una pérdida de capitalización de mercado de aproximadamente 340,000 millones de dólares, una cifra considerable que refleja la magnitud de la preocupación de los inversores.

Analistas financieros vinculan este declive bursátil a varios factores interrelacionados. En primer lugar, el daño reputacional de Musk, asociado a su rol en una administración política polarizante, ha afectado la confianza de los inversores. En segundo lugar, existe preocupación sobre el enfoque de Musk, quien parece estar dedicando una parte significativa de su tiempo y energía al DOGE, en detrimento de su atención a Tesla y otras empresas. La percepción de que Musk podría estar distraído de la gestión operativa de Tesla ha generado inquietud en el mercado. Según un análisis del 25 de febrero de 2025 de una firma de análisis financiero, el mercado está descontando un «riesgo Musk» creciente en la valoración de Tesla.

SpaceX, al ser una empresa privada, no cotiza en bolsa y, por lo tanto, no se ve directamente afectada por las fluctuaciones del mercado público. Sin embargo, se estima que SpaceX mantiene su valoración privada en 350,000 millones de dólares desde diciembre de 2024, sin que se hayan producido actualizaciones oficiales de su valoración por parte de fuentes independientes. No obstante, la situación general del entorno empresarial y la percepción de riesgo asociada a Musk podrían eventualmente influir en la valoración privada de SpaceX en futuras rondas de financiación o en un eventual escenario de salida a bolsa.

Reacciones del público: polarización y pérdida de usuarios en X (Twitter)

La imagen pública de Elon Musk ha sufrido un deterioro notable en los primeros meses de 2025. Su aprobación general en Estados Unidos cayó del 52% en octubre de 2024 al 41% en febrero de 2025, según encuestas de opinión pública. El descenso es aún más pronunciado entre votantes demócratas, donde su aprobación se desplomó al 25%, lo que indica una fuerte polarización de la percepción pública en torno a su figura.

Tesla, la empresa automotriz insignia de Musk, ha sido una de las más directamente afectadas por este nuevo panorama. Los datos de ventas de enero y febrero de 2025 revelan una clara tendencia a la baja en mercados cruciales.

En X (anteriormente Twitter), la plataforma de redes sociales propiedad de Musk, también se han observado tendencias preocupantes. Los usuarios activos diarios en Estados Unidos disminuyeron un 10% entre diciembre de 2024 y febrero de 2025, pasando de 62 millones a 55.8 millones, según datos internos de la plataforma del 8 de marzo de 2025. Esta pérdida de 6.2 millones de usuarios activos podría estar relacionada con la percepción de que la plataforma se ha vuelto más polarizada y menos atractiva para ciertos segmentos de la población, en parte debido al apoyo explícito de Musk a Trump y a las políticas gubernamentales controvertidas. La disminución en la base de usuarios activos podría tener implicaciones negativas para los ingresos publicitarios y el valor a largo plazo de la plataforma X.

Datos clave verificados (Hasta el 12 de marzo de 2025)

  • Ventas de Tesla: Caída del 12% en EE.UU. (15,700 unidades menos) y 9% en Europa (5,600 unidades menos) en enero-febrero 2025 vs. 2024.
  • Contrato Perdido: Cancelación de contrato de Starlink por 50 millones de dólares por el Departamento de Defensa.
  • Mercado Bursátil: Tesla perdió 340,000 millones de dólares en valor bursátil desde noviembre de 2024.
  • Usuarios de X: Reducción del 10% en usuarios activos diarios en EE.UU. (6.2 millones menos) entre diciembre 2024 y febrero 2025.
  • Aprobación de Musk: Disminución de la aprobación general del 52% al 41% en EE.UU., con un desplome al 25% entre demócratas.
  • Fortuna Personal de Musk: Disminución estimada superior a los 60,000 millones de dólares desde noviembre de 2024.

Un costo inicial evidente y una fortuna personal mermada

Hasta el 12 de marzo de 2025, la decisión de Elon Musk de involucrarse activamente en el segundo mandato de Donald Trump a través del liderazgo del DOGE ha generado costos comerciales concretos y cuantificables para sus empresas. Las caídas en las ventas de Tesla, la pérdida de contratos para SpaceX, la significativa corrección bursátil de Tesla y el deterioro de su imagen pública y de la plataforma X son indicadores claros de un impacto financiero negativo en el corto plazo.

Un dato fundamental que resume la magnitud de estas afectaciones es la disminución de la fortuna personal de Elon Musk. Se estima que su fortuna ha disminuido en 60,000 millones de dólares desde noviembre de 2024, situándose en 259,000 millones de dólares, según una estimación del 10 de marzo de 2025 publicada por una revista especializada en finanzas. Esta pérdida masiva en su riqueza personal refleja directamente el impacto negativo que su rol en la administración Trump ha tenido en el valor de sus activos, principalmente las acciones de Tesla.

Si bien la administración Trump y Musk prometen beneficios a largo plazo, como la desregulación y un entorno empresarial más favorable, los datos verificados hasta la fecha muestran un impacto negativo inmediato y sustancial en las finanzas de las empresas de Elon Musk y en su fortuna personal. El futuro a largo plazo sigue siendo incierto y dependerá de la evolución de diversos factores, incluyendo las políticas gubernamentales, las reacciones del mercado y la opinión pública.

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