La Alcaldía de la ciudad de Panamá decidió «no regular» la venta y consumo de bebidas alcohólicas el sábado 2 de noviembre, fecha en que se conmemora el Día de los Difuntos.
Sin embargo, los bailes, celebraciones y otras actividades festivas quedarán suspendidas ese día, por un período de 12 horas, entre las seis de la mañana y las seis de la tarde.
La decisión de no adoptar la ley seca en el Municipio de Panamá, de acuerdo con explicación del alcalde Mayer Mizrachi, estuvo motivada por el pedido de recibir múltiples peticiones de asociaciones y agrupaciones dedicadas a la industria del entretenimiento.
«Tomamos esta decisión, entendiendo la situación económica y el impacto de la economía circular en sectores clave como el turismo, el entretenimiento, los restaurantes y los bares», apuntó el Alcalde.
La medida, indicó, busca respetar el entorno y la convivencia pacífica de los capitalinos, sin afectar las operaciones económicas de sectores importantes para el desarrollo del distrito capital.
Tradicionalmente, el día 2 de noviembre de cada año se había observado la ley seca, como parte de la conmemoración que los panameños rinden a sus difuntos; sin embargo, este año actividades como los casinos, bares y cantinas tendrán sus puertas abiertas con la posibilidad de vender y consumir bebidas alcohólicas; sin embargo, ninguno de estos locales podrá tender rockolas, bocinas u otras formas de emitir música festiva durante un período de 12 horas.