La aparición de una nueva amenaza pandémica es inevitable; no hay excusas para no estar preparados
El pasado 20 de marzo, 23 ex Presidentes nacionales, 22 ex Primeros Ministros, un ex Secretario General de las Naciones Unidas y tres Premios Nobel realizaron una intervención de alto nivel para presionar a los negociadores internacionales con el fin de que lleguen de forma urgente a un acuerdo sobre pandemias, en el marco de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, para reforzar la preparación y la respuesta colectivas del mundo frente a futuras pandemias.
El ex Secretario General de la ONU, Ban-ki Moon; la ex Primera Ministra de Nueva Zelandia, Helen Clark; los ex Primeros Ministros del Reino Unido, Gordon Brown y Tony Blair; la ex Presidenta de Malawi Joyce Banda; el ex Presidente del Perú Franciso Sagasti; y 3 ex Presidentes de la Asamblea General de las Naciones Unidas se encuentran entre los más de cien líderes mundiales, de todos los continentes y ámbitos de la política, la economía y la gestión de la salud, que han hecho pública hoy una carta abierta conjunta (en inglés) en la que instan a acelerar los avances en las negociaciones en curso para alcanzar el primer acuerdo multilateral de la historia sobre preparación y prevención frente a pandemias.
«Para salvaguardar nuestro futuro colectivo es fundamental que se llegue a un acuerdo sobre pandemias. Únicamente un pacto mundial sólido frente a las pandemias puede proteger a las generaciones futuras de una repetición de la crisis de la COVID-19, que provocó millones de muertes y causó una devastación social y económica generalizada, debido sobre todo a la insuficiente colaboración internacional», escriben los líderes en su carta conjunta.
En medio de la catástrofe generada por la COVID-19, que oficialmente se cobró 7 millones de vidas y se llevó 2 billones de dólares estadounidenses de la economía mundial, en diciembre de 2021 se iniciaron negociaciones intergubernamentales entre 194 de los 196 países del mundo para llegar a un acuerdo internacional sobre la no proliferación de las pandemias en el futuro. Los países se dieron de plazo hasta el mes de mayo de 2024 para alcanzar el que sería el primer acuerdo mundial sobre pandemias.
Los firmantes de la carta abierta esperan que su influencia combinada anime a los 194 países a mantener con valentía sus convicciones de los años de la COVID y a hacer realidad su ambición colectiva de establecer un protocolo internacional frente a las pandemias antes de la fecha límite prevista de mayo, a fin de que pueda ser ratificado por la Asamblea de la Salud en su reunión anual prevista para mayo de 2024.
Asimismo, instan a los negociadores a «redoblar sus esfuerzos» para cumplir el plazo inminente y no dejar que sus esfuerzos se malogren por una campaña malintencionada de desinformación contra la OMS, la organización internacional encargada de aplicar el nuevo acuerdo sobre salud.
Tras arremeter contra quienes creen erróneamente que la soberanía nacional puede verse socavada por este gran paso adelante internacional en favor de la salud pública, los firmantes aseguran que «no hay tiempo que perder» y piden a los líderes de los 194 países que participan en las negociaciones actuales que «redoblen sus esfuerzos para completar el acuerdo antes de la fecha límite de mayo».
Según se lee en carta, que se encuentra en el sitio web de The Office of Gordon and Sarah Brown: «Los países no hacen esto siguiendo ningún dictado de la OMS –al igual que las negociaciones, la participación en cualquier instrumento sería totalmente voluntaria–, sino porque necesitan lo que el acuerdo puede y debe ofrecer. Un acuerdo sobre pandemias aportaría beneficios enormes y universalmente compartidos, como un aumento de la capacidad para detectar agentes patógenos nuevos y peligrosos, el acceso a información sobre agentes patógenos detectados en otras partes del mundo y el suministro oportuno y equitativo de pruebas, tratamientos, vacunas y otras herramientas para salvar vidas.
»A medida que los países entran en lo que deberían ser las fases finales de las negociaciones, los gobiernos deben trabajar para refutar y desacreditar las falsas afirmaciones que se vierten sobre el acuerdo. Al mismo tiempo, los negociadores deben asegurarse de que el acuerdo cumple su promesa de prevenir y mitigar los riesgos relacionados con las pandemias. Eso requiere, por ejemplo, disposiciones destinadas a garantizar que cuando surja otra amenaza pandémica se pongan en marcha de forma rápida y eficaz todas las respuestas pertinentes, desde la notificación de la identificación de patógenos de riesgo hasta el suministro sobre una base equitativa de herramientas como pruebas y vacunas. Como demostró la pandemia de COVID-19, también es esencial que los sectores público y privado colaboren para promover el bien público.
»La aparición de una nueva amenaza pandémica es inevitable; no hay excusas para no estar preparados. Por lo tanto, es imperativo construir un enfoque eficaz, multisectorial y multilateral para la prevención, preparación y respuesta frente a las pandemias. Dada la naturaleza impredecible de los riesgos para la salud pública, una estrategia mundial debe incorporar un espíritu abierto e integrador. No hay tiempo que perder, por lo que pedimos a todos los líderes nacionales que redoblen sus esfuerzos para cerrar el acuerdo antes de la fecha límite de mayo.
»Además de proteger innumerables vidas y medios de subsistencia, la pronta consecución de un acuerdo mundial sobre pandemias enviaría un poderoso mensaje: incluso en nuestro mundo fracturado y fragmentado: la cooperación internacional puede aportar soluciones mundiales a problemas mundiales».