Sin embargo, el ruso Dmitry Bivol cambió drásticamente el curso de la historia, venciendo en toda la línea el sábado último a Saúl «Canelo» Álvarez, en una pelea celebrada en Las Vegas, Nevada.
Bivol retuvo su invicto y el campeonato mundial semipesado de la Asociación Mundial de Boxeo, con un triunfo por decisión unánime, aunque los tres jueces puntuaron solo una diferencia de dos puntos entre los rivales.
Este detalle ha puesto un signo de interrogación a lo que sería el desquite inmediato entre Álvarez y Bivol, principalmente porque la puntuación de los jueces dejó la sensación de que algo raro podría haber pasado, si la pelea hubiera sido más pareja.
Pero no lo fue. Bivol castigó duramente al mexicano, que era la gran «vedette» de este espectáculo. Y el ruso, que desde hace años vive en la ciudad de Indio en California, sabe perfectamente el valor que tuvo dejar clara su superioridad sobre el cuadrilátero.
El desquite es inminente. «Eso no se va a quedar así», dijo el Canelo después de la derrota. Pero ahora, las condiciones para celebrar la pelea serán muy diferentes.
El preparador físico de Bivol, Taylor Ramsdell, fue bastante categórico sobre la próxima sede de este segundo combate ante el azteca.
«Revancha, cuando quieran… pero no en Las Vegas». En la puntuación oficial, los jueces entregaron tarjetas idénticas 115-113. Lo curioso fue que los tres le dieron los primeros cuatro asaltos a Álvarez, algo que no sucedió en el combate.
El comentario de Ramsdell, sin embargo, no impedirá que el desquite se realice nuevamente en Las Vegas, posiblemente a mediados de septiembre.
