Afganistán: un retroceso a las conquistas históricas de los derechos humanos de las mujeres.

Foto: Agencia de la ONU para los refugiados.

 

Al final de los años 80´s, con la caída de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), se genera un desplazamiento de jóvenes Afganos, que habían sido recibidos en condición de refugiados, en su mayoría, en conjunto con sus familias, luego del conflicto generado a lo interno de su Estado, por el control que mantenían los soviéticos en terreno.

Es en 1992, que los jóvenes estudiantes, denominados talibanes, asumen el control de los territorios que habían sido controlados por los muyahidines. Estos jóvenes talibanes, en el período en el que fueron desplazados a partir del conflicto con los soviéticos en el territorio afgano, recibieron instrucción por parte de clérigos en los centros educativos subvencionados por Arabia Saudita, denominados Madrazas. En estos centros se les adoctrinó con la Sharia, ley que aplicaron de forma irrestricta con los muyahidines.

¿Qué es la Sharia? Es el sistema legal promovido en el entonces denominado Primer Emirato Islámico de Afganistán, el cual se mantuvo hasta 2002.  El mismo se constituye con El Corán, las fatuas (la doctrina legal de los académicos) y, las enseñanzas del profeta Mahoma. El inconveniente principal de la Sharía no es su contenido, es su aplicación.

Los talibanes, siendo un grupo fundamentalista, a su regreso al territorio afgano, deja sin efecto a través de sus acciones de control, las extorsiones y delitos cometidos por los muyahidines. Aperturando los territorios y, generando mayor movimiento comercial a través de las fronteras.

Sin embargo, la aplicación de la Sharia, generó un estancamiento en el desarrollo educativo de las niñas y mujeres afganas. Toda vez que en el marco de la Sharia, establecieron algunas prohibiciones, dentro de las cuales se encontraron: que las niñas mayores de diez (10) años, no podrían continuar con sus estudios; la utilización obligatoria de la burka, además limitaron el acceso de las mujeres a la atención médica y a su desplazamiento libre sin un maharran.

Estas limitaciones se mantienen hasta el 2001, año en el que se da el incidente de las Torres Gemelas.

¿Qué relación tiene esto con el sistema instaurado por los talibanes en el Estado Afgano?

El atentado del 11 de septiembre de 2001, genera la activación de las alertas norteamericanas y sus sistemas de investigación. Es así, que para los Estados Unidos de América, los talibanes, en su poder deliberado a lo interno del Estado Afgano, mantenían bajo protección a los miembros de Al Qaeda, célula terrorista que se atribuye los atentados a las Torres Gemelas.

De ahí que las tropas norteamericanas intervengan en el territorio Afgano, desplazando a partir de una guerra, a los talibanes del Gobierno. Surgiendo en 2004, la República Islámica, la cual permitiría la activación de un nuevo Gobierno, que se constituyera en la base para la reclamación de las garantías individuales, de alrededor de 14.2 millones de mujeres.

La lucha por los derechos humanos y reformas sociales a favor de la mujer afgana, se plantea desde 1929, la cual se fundamentaba en la generación de espacios y garantías para las niñas y mujeres. Este primer intento, culmina con el reinado del Rey Amanulá y su esposa, la reina Soraya.

Es así, que hasta 1964 se les otorga el derecho al sufragio. Acto que no fue suficiente para la reivindicación de los derechos civiles en su totalidad para las mujeres afganas.

Durante el período de ocupación de los soviéticos, se promovió de forma limitada, la instrucción educativa de las niñas y mujeres. Políticas que quedaron sin efecto con la aplicación de la Sharia, por parte de los Talibanes.

¿Cuál es el escenario actual?

En 2020 teniendo como sede Doha, Qatar, Abdul Ghani, en representación de los talibanes y, Mike Pompeo, Secretario de Estado, firmaron el “Acuerdo para traer la paz a Afganistán” en el cual se Estados Unidos de América, se comprometía a retirar a las tropas del territorio Afgano, a cambio que los talibanes, no generaran acciones que amenazaran la estabilidad y seguridad norteamericana. Lo que generó que a principios de agosto 2021, el Presidente Afgano Ashraf Ghani, abandonara el Gobierno, quedando en acefalía, permitiendo el ingreso automático de los talibanes al poder político.

Hoy nos encontramos con múltiples denuncias de niñas y mujeres ante la comunidad internacional, las cuales han suplicado a los organismos internacionales que intervengan, dado que aún cuando los talibanes han ingresado con un mensaje un poco conciliador e indicando que respetarán los derechos humanos de las niñas y mujeres y, que éstas podrán seguir estudiando “en el marco de la  ley islámica”, no asegura una garantía efectiva para la protección de su dignidad como ser humano.

Es así que activistas afganas, han denunciado a través de diversos medios escritos, que los talibanes se encuentran realizando censos en las casas, para conocer si se encuentran mujeres entre los doce (12) y cuarenta y cinco (45) años para que se casen con los combatientes.

Esto en el marco de un Estado en el que aun cuando se han generado políticas públicas que han permitido, en veinte (20) años tener cuatro (4) Ministras, una (1) Gobernadora para más de diez (10) provincias, la desigualdad social de la mujer es muy marcada.

Entendiendo que existe un 28% de mujeres que se casaron antes de cumplir los dieciocho (18) años, sumado a 1% de matriculación de mujeres, considerada la tasa más baja del mundo.

Actualmente, muchas niñas y mujeres, activistas y profesionales, se mantienen dentro de sus hogares, con el gran temor de convertirse en ese 14% de mujeres que han muerto en el último año, producto del conflicto interno del Estado.

¿Qué han manifestado los organismos internacionales?

ONU Mujeres, emitió un comunicado “en respeto a la soberanía del Estado” instando, al nuevo Gobierno a generar la activación de las políticas encaminadas a la reducción de desigualdades y fomento de la educación de las niñas.

Mientras que Amnistía Internacional, denunció la situación grave que viven millones de mujeres, promoviendo la supervisión por parte de los organismos internacionales.

La retirada de los Estados Unidos de América, sin duda genera un atisbo de complicaciones en la estructura interna del Estado Afgano, con especial énfasis en las políticas públicas ya desarrolladas en el tema de los derechos humanos de las niñas y mujeres, los cuales hoy se ven violentados por la aplicación cultural de la Ley islámica.

Somos del criterio que en este momento, la comunidad internacional deberá analizar el reconocimiento o no del gobierno instaurado por los talibanes, lo cual generará un efecto importante en su participación activa ante los organismos internacionales.

 

 

 

 

 

 

 

 

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