? En América Latina existe un incremento de más de 45 millones de personas que han ingresado al umbral de extrema pobreza, y la agricultura familiar es una de las rutas a seguir para mejorar su calidad de vida.

En estos tiempos en donde producto de la pandemia COVID19, la pobreza aumenta a pasos agigantados, paises del mundo se unen para combatir este espectro que limita el desarrollo en regiones tan necesitadas del mundo como África, partes de Asia o Latinoamérica, la agricultura familiar ha vuelto al escenario como un método eficaz para combatir la pobreza y la pobreza extrema.

Panamá no es ajeno a este concepto, el Gobierno Nacional a través del Plan Colmena ha proyectado fortalecer los diversos programas que tienen que ver con la agricultura familiar para combatir este mal que afecta a miles de panameños principalmente en áreas apartadas de las comarcas y provincias como Darién, Bocas del Toro, Coclé, Chiriquí y Veraguas.

En la lucha contra la pobreza extrema y  las desigualdades que existen en el país, la administración Cortizo apuesta por la agricultura familiar, «como uno de los ejes estratégicos, por medio de proyectos que les permita producir sus alimentos y generar ingresos que mejoren sus condiciones de vida».

En estos dos años, el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) ha brindado apoyo en las áreas rurales a través del  Plan Colmena y diversos proyectos de agricultura familiar que se impulsan a través de la Dirección Nacional de Desarrollo Rural.

El MIDA ha informado que con el proyecto de Transferencia de Oportunidades en el Área Rural, se ha entregado apoyo financiero a 200 mujeres para que desarrollen pequeños proyectos agrícolas y no agrícolas, generadores de empleos e ingresos en sus comunidades rurales, por un total de 189,562.17 dólares

Comunicaron además que en el caso de las Huertas Agroecológicas «se identificaron 1,640 familias a quienes se les entregó insumos productivos por un monto de 421,855.00 dólares que consistió en abonos y fertilizantes, semillas de granos básicos, cepa de plátano, raíces y tubérculos, herramientas y especies menores, medicamentos de uso pecuario  para las especies menores (pollos de ceba y gallinas ponedoras). El costo por familia fue de 257.00 dólares».

Las familias lograron producir aproximadamente unas 180 mil libras de alimentos. En el 2020 con un monto de 30,734 dólares se adquirieron equipos agrícolas, utilizados por agricultores familiares de la comarca Ngäbe Buglé para mejorar e incrementar la producción de alimentos.  En el 2021 se gestiona la compra de equipo agrícola menor con un costo de 74,974 dólares para colaborar con los agricultores familiares participantes en el proyecto, agregó la entidad.

El ministro de Desarrollo Agropecuario, Augusto Valderrama destacó que se está trabajando el área de la agricultura familiar,  con el apoyo de varios organismos internacionales como FAO, ONU, IICA, BID, entre otros, porque está demostrado que los sectores más desposeídos y pobres de la humanidad van hacer los más golpeados por la pandemia.

Enfatizó que ya en América Latina existe un incremento de más de 45 millones de personas que han ingresado al umbral de extrema pobreza por eso en el ministerio uno de los programas fundamentales es el de Agricultura Familiar para ayudar a los productores.

Añadió que la inversión en el interior  del país y en el  agro es una necesidad urgente, porque este es  uno de los países con mayor desigualdad social, «por eso el presidente Cortizo en el Pacto del Bicentenario,  los llamados que se hace es ir recortando brechas y la lucha contra la sexta frontera del hambre y la desnutrición por la falta de salud, de trabajo y alimentación  por lo que se ve al sector agropecuario necesariamente útil prioritario».

¿Qué es la agricultura familiar?

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala que la agricultura familiar incluye todas las actividades agrícolas de base familiar. Es una parte fundamental del desarrollo rural. «La agricultura familiar es una forma de clasificar la producción agrícola, forestal, pesquera, pastoril y acuícola gestionada y operada por una familia y que depende principalmente de la mano de obra familiar, incluyendo tanto a mujeres como a hombres».

Tanto en los países en desarrollo como en los países desarrollados, la agricultura familiar es la forma de agricultura predominante en el sector de la producción alimentaria. La agricultura familiar también desempeña un importante papel socioeconómico, medioambiental y cultural.

La FAO agregó que existen diversos factores que contribuyen al éxito de la agricultura familiar: un entorno normativo propicio; el acceso a los mercados; el acceso y el control de la tierra y los recursos naturales; acceso a tecnologías adaptadas y servicios de comunicación y extensión; acceso a la financiación; la inclusión y resiliencia socioeconómicas; o la disponibilidad de educación especializada, entre otros. Por tanto, la agricultura familiar desempeña un importante papel socioeconómico, medioambiental y cultural.

La FAO lanzó en 2019 el Decenio de las Naciones Unidas de la Agricultura Familiar (2019 -2028) que tiene como objetivo aportar una nueva perspectiva sobre lo que significa ser un agricultor familiar en un mundo que cambia rápidamente y destaca, como nunca antes, el importante papel que desempeñan los campesinos familiares en la erradicación del hambre y la construcción de nuestro futuro alimentario.

En enero del año pasado, la Asamblea Nacional de Panamá aprobó un Proyecto de Ley que impulsa medidas para el desarrollo de la Agricultura Familiar.

Así, el 4 de marzo del año pasado, fue publicada la Ley 127 del 3 de marzo del 2020 que dicta medidas para el desarrollo de la Agricultura Familiar en Panamá, ordenando estrategias para que este sector alcance todo su desarrollo; establece un Plan Nacional de Agricultura Nacional como política pública y asigna al MIDA como el ente Rector de la Agricultura Familiar que coordinará y elaborará los lineamientos para reglamentar esta actividad.

Con esta Ley, se declara la Agricultura Familiar como un asunto de interés nacional y se reconoce explícitamente su contribución a la economía, a la seguridad alimentaria y nutricional, a la identidad cultural, al desarrollo rural, al manejo y conservación de la biodiversidad, y al mejoramiento de la calidad de vida delos agricultores en las áreas rurales y urbanas de una manera sostenible.