El Ministerio de Cultura lanzó una plataforma virtual que conduce a los sitios emblemáticos del Casco Antiguo, acompañado de una narración de sucesos históricos contados por personajes ficticios.
Se trata de Live Walk Pty, una aplicación disponible desde la que puede descargar las rutas de su elección.
Esta novedosa aplicación, es un viaje hacia la historia del Casco Antiguo declarado patrimonio histórico por la UNESCO, en 1997.
Recorrer las calles de esta ciudad que ha perdurado a través de los siglos siempre será una práctica fascinante para propios y extraños.
Con cada paso, se revelan retazos de nuestra historia.
Muros y pisos preservados bajo lozas de vidrio que muestran los restos de calles antiguas por las que transitaron sus habitantes, y que eterniza a esta ciudad, su idiosincrasia, arquitectura y cultura.
El arraigo del catolicismo en Panamá
Fundada en 1673, dos años después del saqueo de Panamá La Vieja, la nueva ciudad fue rodeada de gruesas muralla con el propósito de prevenir nuevos ataques piratas.
Albergó inicialmente a unas 300 viviendas de familias pudientes y su corazón es la Plaza Mayor frente a la Catedral Metropolitana.
Próximo a esta se situó el “arrabal”, una ciudad extramuros que separó a las clases sociales, y que también recordaba esa separación con este muro.
Con la llegada de los españoles, también arribaron distintas congregaciones religiosas con la finalidad de ir convirtiendo a los nativos a la fe católica.
Estas congregaciones construyeron varias iglesias, algunas de las que aún se preservan intactas.
Sus estructuras tienen un amplio valor histórico y cultural.
Los monumentos religiosos y su valor histórico
El Casco Antiguo, tiene 7 monumentos religiosos, de los cuales contamos la historia de tres de ellos.
La Catedral Basílica Santa María La Antigua, tuvo su primer asentamiento en Darién.
Fue construida por el Papa Adriano VI en la gran casa del Cacique Cémaco, cuando los españoles lo enfrentaron. En 1513 se elevó al rango de diócesis.
Abandonada por Pedro Arias de Ávila, se traslada a lo que hoy es Panamá La Vieja.
Tras ocurrir el saqueo, se desplaza al Casco Antiguo, y se dispone de la construcción de una Catedral que tomó 108 años en levantarse.
Se caracteriza por 2 torres enchapadas en madre perla, los retablos de mármol, los apóstoles tallados en madera que se conservan aún y serán reemplazados, y un retablo mayor de madera.
La imagen de Santa María La Antigua, estuvo en una capilla lateral de la Catedral de Sevilla, y llega al país con los conquistadores españoles en 1510.
Santa María La Antigua fue la primera Catedral en América cuyo altar fue consagrado el Papa Francisco, en el marco de la Jornada Mundial de Juventudes, realizada en nuestro país en 2019.
La Merced, sobreviviente del saqueo de Morgan
Los Mercedarios fueron los últimos religiosos en abandonar el sitio de la vieja Panamá en 1675.
Su convento, es una de las iglesias más emblemáticas.
La Merced, como se le conoce, fue la única que no fue consumida por el fuego durante el saqueo de Morgan, porque la convirtió en su cuartel.
Construida en 1616 se trasladó, piedra a piedra tallada, en 1620 al sitio donde está ahora.
Su estructura mantiene la fachada de piedra original de uno de los templos más antiguos.
Fue declarada monumento histórico nacional el 26 de noviembre de 1956.
También forman parte del complejo monumental dos estructuras separadas de la iglesia: la capilla de la Virgen y el Mausoleo.
Sus cuatro campanas fueron nombradas Nuestra Señora de La Merced, San Serapio, San Pedro Nolasco y San Ramón Nonato. Su repique anuncia eventos importantes.
El Convento de Santo Domingo y su arco chato
El fray Domingo Pérez llegó en 1571 con otros tres religiosos de la cofradía para fundar su convento.
Compró una casa con huerta, luego de solicitar un préstamo de 3 mil pesos, para alojar a los frailes.
En 1679, tenían su iglesia y convento de Santo Domingo en la calle que llevaba el mismo nombre en ese entonces.
Tras ser objeto de dos incendios, y con la salida de los conventos del país, luego de la unificación a la Gran Colombia, su solar y estructuras fueron subastadas.
Su principal característica es el arco chato o reducido, construido para sostener el coro de madera que desapareció con el fuego.
Se utilizaron ladrillos pequeños, común de la época, para construirlo, y no se usó hierro como soporte.
Es una estructura que desafió el tiempo y la gravedad durante 300 años.
En 2003, colapsó debido primordialmente a la falta de mantenimiento y cuidado. Se realizó una restauración que le devolvió esta singular característica.
Explorar el Casco Antiguo, y descubrir un estrecho zaguán oscuro, que invita a viajar en el tiempo, y rememorar su riqueza histórica, cultural y religiosa; siempre será una vivencia mágica.