La certeza de la ciencia acerca del SARS-CoV-2

Foto: El doctor Xavier Sáez-Llorens, explicó lo que la ciencia ha corroborado del SARS-CoV-2 y de la enfermedad que produce: COVID-19, desde su aparición en Wuhan, China / Cortesía

A un año desde que se detectó un brote de un nuevo virus que causa la enfermedad de la COVID-19, es necesario conocer lo que la ciencia, con evidencia, tiene certeza de su evolución.

Entrevistamos al infectólogo, Xavier Sáez-Llorens, para que nos explicara lo que hoy se conoce del SAR-CoV-2.

Su mensaje, aunque parezca reiterativo, es imprescindible. Nos recuerda la necesidad de que asumamos nuestra responsabilidad.  “No conviertan la burbuja hogareña en espuma familiar extendida”, expresa con su acostumbrada sinceridad.

Pero también nos alerta. “Procuren que esta no sea la última navidad de sus padres, abuelos o parientes mayores o con comorbilidades crónicas”.

Sin dejar de infundir esperanzas: “En el 2021, tendremos vacunas seguras y efectivas para prevenir muertes, hospitalizaciones y secuelas, reactivar la economía e ir retornando poco a poco a la normalidad pre-pandémica”.

La luz al final del túnel está cada vez más cerca, quizás para el 2022 con mayor seguridad, augura.

¿Qué sabe la ciencia con certeza del virus SARS-CoV-2 y la enfermedad de la COVID-19?

Hoy en día, a diferencia de inicios del 2020, la ciencia sabe muchísimo más del virus y la enfermedad que provoca.

Es un nuevo coronavirus, procedente del murciélago, que ha afectado seres humanos desde diciembre -quizás antes- 2019, con los primeros brotes de neumonía detectados en la ciudad de Wuhan, China.

Imagen: El SARS-CoV-2 no es un organismo vivo, es una molécula que necesitan parasitar a una célula viva para sobrevivir y reproducirse/ Centro de Enfermedades de Estados Unidos.

Además de causar neumonía, el virus infecta muchos órganos, a través de receptores celulares conocidos como ACE-2.

La enfermedad se puede presentar en 3 fases: la viral (sin síntomas o con síntomas gripales), la pulmonar (con manifestaciones de compromiso respiratorio importante) y la inflamatoria (con afectación pulmonar y sistémica grave, incluyendo trastornos relevantes de coagulación).

Un 85% de los pacientes infectados experimentan enfermedad asintomática o leve, un 10-12% enfermedad moderada y un 3-4% enfermedad severa.

Las etapas de la enfermedad, cuáles son, y qué significa carga viral.

Hay una forma de infección totalmente asintomática o presintomática (30-40% de infectados) y una etapa sintomática con variadas manifestaciones clínicas.

La carga viral es la cantidad de virus que un individuo infectado porta en su nasofaringe o en el espacio broncoalveolar de los pulmones, en un momento determinado de su evolución.

Es más elevada 12-24 horas antes del inicio de síntomas, promedio 3 a  días desde contagio, y hasta unos 5-7 días después, usualmente antes del día 10 desde EL contagio.

La ciencia ha establecido un tratamiento para la COVID-19. ¿Qué consejo médico ofrece a las personas en este asunto?

Hay algunos tratamientos que han mostrado eficacia en estudios clínicos bien diseñados, usualmente ensayos controlados, aleatorizados y doble ciegos.

Por ahora, ningún medicamento ha demostrado beneficio en la fase temprana, ni para prevenir o aliviar síntomas, ni para evitar hospitalización.

El agente antiviral Remdesivir tiene utilidad modesta, acortando días de estancia hospitalaria, cuando administrado precozmente.

La dexametasona es quizás el tratamiento más efectivo y debe ser iniciada cuando el enfermo experimenta disminución en la saturación de oxígeno (no antes), medida con un oxímetro de pulso.

Los anticuerpos monoclonales también han mostrado utilidad cuando administrados tempranamente, pero son medicamentos costosos y todavía escasos en el mundo. Los anticoagulantes sirven para evitar o mejorar los trastornos de la coagulación. El uso de plasma convaleciente es controvertido y no parece, en general, ofrecer beneficio, salvo en situaciones puntuales.

Los asintomáticos, ese segmento de población desconocida y casi invisible, ¿cómo detectarlos y si lo saben qué deben hacer?

La única forma de detectar a los asintomáticos con infección aguda es mediante el test de PCR o antígeno, a partir del día 3-5 del contagio (si se conoce), pero hay muchos falsos-negativos cuando la persona no tiene síntomas.

Las pruebas serológicas que detectan presencia de anticuerpos contra el virus son útiles para confirmar una infección remota, semanas a meses antes.

Un virus nuevo, que tiene un año de estar propagándose, desarrollado nuevas variantes y cepas, a una velocidad importante. ¿Es más peligroso?

Es lo típico de los virus ARN (influenza, HIV, RSV, coronavirus), ellos mutan y originan cepas variantes a lo largo del tiempo.

Los coronavirus lo hacen con menor frecuencia y ritmo de ocurrencia que los virus de influenza. Muchas de estas variantes son neutras, otras dan ventaja al virus para hacerlo más transmisible o agresivo y otras perjudican al virus en su viabilidad.

Es todavía prematuro para saber el impacto de nuevas variantes en el futuro evolutivo del SARS-CoV-2.

El número de casos positivos aumenta de forma alarmante. Qué medidas considera usted se deben adoptar para mitigarlos y que el sistema sanitario no colapse.

Las medidas de bioseguridad son harta conocidas desde inicios de la pandemia y se basan principalmente en uso de mascarillas faciales, distanciamiento físico y lavado de manos; en lugares de aglomeración, el uso adicional de una careta facial brinda valor agregado.

En lugares cerrados, poco ventilados de manera natural, la aerosolización del virus más allá de los 2 metros recomendados es posible.

Cuando la demanda asistencial es abrumadora, la única manera de evitar el colapso del sistema de atención hospitalaria es mediante la cuarentena, por al menos 14-21 días consecutivos.

 

El doctor Xavier Sáez-Llorens realizó su Licenciatura como Médico en la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Cuenta con una formación doctoral en Pediatría (CSS, Panamá) y postdoctoral en Infectología en UT Southwestern Medical Center, Dallas, Texas.

Es jefe del Departamento de Infectología y Director de Investigación Clínica del Hospital del Niño “José Renán Esquivel”, miembro del Comité Nacional de Bioética en Investigación e Investigador Distinguido del SNI, Senacyt.

Ha obtenido múltiples premios en investigación y publicación de sociedades en el área de las infecciones infantiles. Se destaca el premio recibido en Chicago como uno de los mejores investigadores jóvenes de Estados Unidos en el campo de las enfermedades infecciosas (ICAAC 1991).

Es investigador principal de numerosos ensayos clínicos de Cevaxin (Centro Investigativo de Vacunación Internacional), apoyados por la Fundación Bill & Melinda Gates, el NIH (National Insitute of Health), instituciones académicas y diversas empresas farmacéuticas.

 

Comparte esta Noticia
Escribir Comentario