Factores como el duelo, el ?aislamiento, la pérdida de ingresos y el miedo han generado o agravado los trastornos de salud mental.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), reveló que durante la pandemia por la COVID-19 se incrementó la demanda de estos servicios de salud.
Sumado a esto, la COVID-19 puede traer consigo complicaciones neurológicas y mentales, ?como estados delirantes, agitación o accidentes cerebrovasculares.
La doctora, Juana Herrera, siquiatra y responsable de Salud Mental del Ministerio de Salud, respondió a esta pregunta contextualizando el escenario de la pandemia.
En la primera fase, las personas fueron confinadas para mitigar el contagio de esta enfermedad, esto produjo cambios de rutina, incertidumbre, intranquilidad, miedo, y la desesperanza.
En la segunda, surgió un aprendizaje, explicó. Las personas cambiaron sus estilos de vida, es decir, se ajustaron para seguir adelante. En contrasentido, de no hacerlo se produce un estancamiento emocional, lo que desencadena algún tipo de trastorno.
Las secuelas a la salud mental
Herrera, dijo que estas pueden pasar desde un estrés postraumático no resuelto, a una depresión crónica recurrente, si no es tratada por un profesional.
Otras derivaciones, podrían ser malestares de anhenodia – reactividad a los estímulos habitualmente placenteros -, desesperanza, sin llegar a depresión.
“Algunos puedan estar pasando por el espectro de la conducta suicida”, acotó la siquiatra que, seguido aclaró que esta conducta es una prevenible.
“Desde el 15 de abril hasta el 30 de octubre la línea de apoyo sicológico atendió más de 3 mil llamadas”
Recomendaciones a quienes evitan salir
“Se puede salir, pero respetando las medidas de protección”, dijo Herrera, reiterando que el uso de mascarilla, el distanciamiento físico y el lavado frecuente de manos no deben suavisarse .
La siquiatra destacó la importancia de reforzar la autoestima. Retomar las creencias, es decir, esa parte espiritual de cada uno.
Valorar la red familiar, un factor que como destacó, es importante. Realizar actividad física, porque permite segregar neuroquímicos que dan bienestar.
Dormir y descansar no deja de ser importante, además de mantener una dieta sana.
Agravantes como la fatiga pandémica, los factores socio económicos que inciden en el estado de ánimo de las personas, la incertidumbre, y los efectos de la COVID-19 en quienes se contagian, impulsaron iniciativas como la atención de profesionales a pacientes en hoteles hospitales.
El desarrollo del sistema Rosa con una línea para ese propósito, y la atención en algunos Centros de Salud, y policlínicas no COVID-19 de la Caja de Seguro Social.
Así como se lograron diseñar estrategias de atención a la salud mental durante la pandemia, esta también se presentó como una oportunidad para derrumbar los tabús que han estigmatizado esta rama de la salud.