En 1997 se creó la Lista Mundial de Vigilancia para la Diversidad de los Animales Domésticos, WWL-DAD, por sus siglas en inglés. En esta lista se recogen las diferentes especies de animales domésticos.
Hay más de 40 especies de animales domésticos, ¿les parecen pocas? Pues quizás sea un número reducido, pero el impacto de éstas en la vida humana y en los ecosistemas es sustancial, aunque hoy vamos a repasar solo unas cuantas de ellas.
La ganadería es el manejo y explotación de animales domésticos con fines de producción, para el aprovechamiento de recursos alimentarios, de la piel, etc. El manejo de animales pertenecientes a especies silvestres en cautiverio o en semicautiverio se llama zoocría.
Entre el 8500 y el 7800 a. C. ya se habían domesticado en el Cercano Oriente las leguminosas y los cereales como el trigo común. Y es en este momento cuando se introduce la ganadería en el sudeste de Turquía alrededor de los yacimientos de Nevali Çori y Çayönü. Fue allí donde se empezaron a controlar los suidos, los uros y los caprinos.
Sin ninguna duda, la agricultura provocó grandes cambios en el proceso de domesticación, pero los últimos informes genéticos nos muestran que el proceso de la domesticación de los animales empezó mucho antes, y no empezó con herbívoros, sino con la domesticación del lobo.
El lobo es el primer y único animal que fue domesticado antes del desarrollo de la agricultura. Aunque seguimos sin saber a ciencia cierta quién o dónde lo domesticó.
Hasta hace poco se creía que había sido en China y/o en Oriente Medio, pero un estudio publicado en la revista Science, basado en el estudio genético de numerosas especies de cánidos actuales y de restos fósiles, afirma que los perros comenzaron a domesticarse en Europa hace entre 18.800 años y 32.100 años. Y ya estaban integrados con los humanos hace 15.000 o 20.000 años. Esto es, muchísimo antes de que se desarrollara la agricultura.
Muchos investigadores afirman que existía una ganadería anterior a la que conocemos hoy en día. Habría sido un estadio intermedio en el cual ciertos animales silvestres vivían cerca de las comunidades humanas donde lograban un mejor acceso a reservas de alimentos. Los humanos habrían comenzado a cercar estos rebaños salvajes en apriscos para poder introducir paulatinamente los cambios en su comportamiento. Además, así se reducía la incertidumbre de la caza, aunque suponía que debían resolver el problema de proveerlos de alimento y protegerlos de los depredadores. El nacimiento de la agricultura permitió el cultivo de forraje y alimentos en cantidades suficientes para los animales.
Este estadio previo estaría descrito en las crónicas tempranas de Panamá donde Gaspar de Espinoza nos habla de que cuando llegaron los españoles por primera vez a los cacicazgos de la zona central de Panamá, se encontraron con rebaños de venados y de puercos de monte que, una vez atrapados por medio de redes, eran mantenidos cautivos. Aunque esto no implica, ni mucho menos, una domesticación de estas especies.
La domesticación resulta perceptible para los arqueólogos analizando la morfología de los huesos de los animales en los yacimientos, ya que experimentan variaciones en su altura, su tamaño o la distribución de grasa en el cuerpo, además de que la reproducción dentro del mismo grupo conlleva cambios genéticos.
Las cabras (Capra aegagrus hircus) y las ovejas (Ovis orientalis aries), fueron de las primeras especies en ser domesticadas para pastoreo entre los 6000 a 7000 años a. C. Se considera que el antepasado de la oveja es el muflón del oeste asiático (Ovis orientalis). Mientras que el principal ancestro de las cabras modernas es la cabra bezoar (Capra aegagrus aegagrus).
El ganado bovino desciende del uro, (Bos taurus primigenius), cuyo último espécimen murió en Polonia en 1627. Hoy en día existen centenares de razas de bóvidos en todo el mundo y cada una de ellas ha sido seleccionada y criada con características particulares para que se adapten a los diferentes climas, trabajos o para que sean mejores productoras de leche o de carne.
El cerdo fue domesticado simultáneamente en varios lugares según las subespecies y razas locales, aunque se considera que el ancestro salvaje de la mayoría de las razas domésticas de cerdos es el jabalí, Sus scrofa.
Mucho antes de que los antiguos egipcios domesticaran las aves acuáticas, las gallinas, Gallus gallus domesticus, ya estaban siendo domesticadas en Asia. Los huesos más antiguos inequívocamente asignados a gallina doméstica datan de hace unos 3.600 años en China; y en Asia meridional la gallina está documentada en los sitios arqueológicos de Harappa y Mohenjo Daro entre el 2.500 y el 2.100 a. C.
Los pavos domésticos provienen originariamente de Mesoamérica y se domesticaron a partir de Meleagris gallopavo gallopavo. El pavo se difundió por Europa en el siglo XVI y fueron llevados a América del Norte en los siglos XVIII y XIX. Allí se cruzaron con la subespecie salvaje, Meleagris gallopavo sylvestris, para dar lugar al pavo bronce, que es el antepasado del pavo que hoy en día se cría con fines comerciales y que todos disfrutamos en la cena de Acción de Gracias.
Todos los integrantes de la actual familia Camelidae descienden de un animal del tamaño de un conejo que era originario de las planicies de Norteamérica. Durante uno de los períodos glaciares, un puente de hielo entre Alaska y Siberia permitió la migración de los camellos hacia Asia; mientras que los que migraron hacia América del Sur fueron los ancestros de las llamas, las alpacas, los guanacos y las vicuñas.
Se han encontrado restos arqueológicos en la zona andina que nos permiten afirmar que las llamas se domesticaron en la zona de la puna, en el sur del Perú, el norte de Chile, el oeste de Bolivia y el norte de Argentina, a partir del guanaco sobre el 4000 a. C., pero esta domesticación se dio en distintos momentos y sitios.
En Perú se domesticó también el cuy, Cavia porcellus, entre 4000 a 1800 años a. C. En esas fechas se dieron numerosos cruces entre varias especies de roedores del género Cavia en los Andes Centrales.