Nueve millones de niños corren el riesgo de ser obligados a trabajar
El número de niños, niñas y adolescentes que son obligados a trabajar se elevó a 160 millones al 2020. Se trata de un incremento global de 8.4 millones en los últimos cuatro años, según revela un nuevo informe llevado a cabo por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Unicef. La pandemia por su parte, amenaza con incluir en este profundo hoyo a otros nueve millones a finales de 2022.
El informe que se realiza a escala global y se publica cada cuatro años, destaca que los progresos mundiales en la lucha contra el trabajo infantil se han estancado desde 2016. “Este revés hace inalcanzable la meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles para la erradicación del trabajo infantil en 2025”, aseguran los organismos internacionales.
Los más impactados son los niños con edades de entre 5 a 11 años. “En 2020 hubo 16.8 millones más de niños de 5 a 11 años de edad en situación de trabajo infantil que en 2016”, indica el reporte.
Son niños, niñas y adolescentes que exponen su salud física y mental; son sometidos a trabajos bajo el sol, la lluvia o en altura; o están expuestos a pesticidas.
En Panamá, de acuerdo con la Contraloría General de la República, había 23 mil 855 niños, niñas y adolescentes realizando algún tipo de trabajo riesgoso en 2016. Los datos no se han actualizado desde entonces. La promesa de las entidades era conocer las condiciones de este segmento de la población al mes de octubre de 2020, pero no fue así.
Pese a la falta de datos oficiales, la ministra de Trabajo, Doris Zapata, asegura que Panamá ha avanzado “de forma importante en beneficio de la población más vulnerable, ejecutando acciones enfocadas a la atención de este flagelo a través de alianzas estratégicas y recorridos de prevención y protección”.
Trabajos peligrosos
El sometimiento a trabajos bajo el sol y la lluvia; la sobrecarga de peso y la exposición a químicos están detrás de 79 de los 160 millones de niños, niñas y adolescentes que realizan algún tipo de trabajo en el mundo. “El porcentaje de niños que realizan trabajos peligrosos prácticamente no ha cambiado, pero ha aumentado en 6.5 millones en términos absolutos”, destaca el reporte.
Por género, el trabajo infantil es más frecuente entre los niños que entre las niñas, a todas las edades. Sin embargo, cuando la definición de trabajo infantil se expande para incluir las tareas domésticas realizadas por 21 horas o más por semana, la brecha de género en la prevalencia entre los niños y las niñas de 5 a 14 años de edad se reduce casi la mitad.
“Las nuevas estimaciones constituyen una llamada de atención. No podemos quedarnos impasibles mientras se pone en riesgo una nueva generación de niños”, señaló Guy Ryder, director General de la OIT.
Otro tema importante que distinguen el informe Trabajo infantil: Estimaciones mundiales 2020, tendencias y el camino a seguir, es que la mayoría de los niños trabajan desde su propia unidad familiar realizando actividades agrícolas, por lo que es más frecuente está situación en las zonas rurales.
El sector agrícola representa el mayor porcentaje de trabajo infantil en todo el mundo. El 70% de los niños trabaja en la agricultura; 19.7% en servicios y 10.3% en industrias.
Educación, clave para erradicar el trabajo infantil
Según el estudio llevado a cabo por la OIT y la Unicef, el 80% de los niños que trabajan actualmente, no van a la escuela. La pandemia agravó la situación al dejar a millones de niños, niñas y adolescentes fuera de las aulas de clase y si no se toman medidas urgentes, no serán nueve millones de niños que corren el riesgo de ser víctimas del trabajo infantil, sino 46 millones.
“Más de tres cuartas partes de los niños de 5 a 11 años y más de un tercio de los niños de 12 a 14 años en situación de trabajo infantil no están escolarizados. Esto limita seriamente sus perspectivas de trabajo decente en la juventud y la edad adulta, así como su potencial para la vida en general. Muchos más niños en situación de trabajo infantil luchan por conciliar las exigencias académicas y el trabajo infantil, lo que compromete su educación y su derecho al ocio”, destaca el informe.
Para erradicar el trabajo infantil surgen varias propuestas encaminadas hacia la protección social esencial y garantizar una educación gratuita y de buena calidad a los niños niñas y adolescentes, a fin de proporcionar una alternativa viable al trabajo infantil y de brindar a los niños una oportunidad para tener un futuro mejor.
Expandir las medidas de apoyo a los ingresos para las familias en situación de vulnerabilidad, así como promover el trabajo decente que permita obtener ingresos justos para los jóvenes (por encima de la edad mínima legal para trabajar) y los adultos, poniendo particular énfasis en los trabajadores de la economía informal, son esenciales para erradicar el trabajo infantil.