Con la juramentación y puesta de la banda presidencial, José Raúl Mulino se convierte oficialmente en el nuevo presidente número 49 de la República de Panamá para el periodo 2024-2025.
Mulino llegó al Palacio de Las Garzas con el 34% de los votos y el respaldo de los partidos Realizando Metas (RM) y Alianza. Además, es el primer mandatario desde la democracia en dirigir al país sin un vicepresidente.
Y es que, Mulino asumió el poder luego que su compañero de fórmula el expresidente Ricardo Martinelli fuera deshabilitado para competir por la candidatura presidencial tras ser condenado a más de 10 años de cárcel por el caso New Business.
El mandatario se refirió de sus proyectos que desarrollará en su administración, como lo es la construcción del tren Panamá – David. El tema de la Caja del Seguro Social, el cierre de la mina, el tema del agua, las inclusiones de país en las listas grises, la crisis migratorio que se vive en Darién y está afectando al país, entre otros temas.
Mulino cuestionó la administración del expresidente Laurentino Cortizo. «El estado de las finanzas públicas es preocupante. En cinco años doblaron la deuda, gran parte de ella gastada inexplicablemente en funcionamiento en vez de invertirla en obras para generar empleos y dar soluciones permanentes a los panameños y de esta situación no se escapa ninguna institución».
«No soy un hombre de quejas ni lamentaciones. Al contrario: soy un eterno optimista, creo en Panamá y en los panameños. Tengo la fuerza, las ganas y el compromiso de darle a cada uno de ustedes las oportunidades para estudiar, trabajar y emprender», añadió el mandatario en su discurso de 28 páginas.
También se comprometió en darle seguimiento en la construcción del nuevo hospital Oncológico. «Voy a darle seguimiento personal al estado de la licitación del nuevo Hospital Oncológico. No puedo aceptar que enfermos de cáncer deban atenderse en un lugar como el actual, ni que profesionales dedicados deban trabajar en malas condiciones. Este nuevo Hospital contará con un hotel accesible para las personas que vienen del interior».
Respecto al tema de la crisis migratoria mencionó que apelará a la solidaridad internacional para buscar una solución con los países involucrados, entre ellos Estados Unidos el cual es el destino final de los miles de migrantes que ingresan diariamente por el Tapón del Darién.
«Las cifras de los inmigrantes ilegales que pasan por el Darién estremecen (…) Los delincuentes internacionales usan esta región como su base de operaciones». Apelaré a la solidaridad internacional respecto de la causa que genera el problema, y buscaré soluciones con los países involucrados, sobre con los Estados Unidos que es el destino final de los inmigrantes», agregó.
«No permitiré que Panamá sea un camino abierto a miles de personas que ingresan ilegalmente a nuestro país aupados por toda una organización internacional relacionada con el narcotráfico y el tráfico de personas. Ese dinero producto de lucrar de la desdicha humana, es un dinero maldito», reiteró.
Respecto al tema del agro, se comprometió en revisar en conjunto con el sector, todo lo referente a la siembra y cosecha de granos, producción de carne y derivados, así como los temas relacionados con el sector lechero del país, manteniendo siempre en la balanza, la equidad y enorme responsabilidad con la que hay que administrar toda la gama de subsidios que cubren al sector.
Para impulsar la economía en el interior del país, dijo que desarrollará la producción de biocombustible, lo cual generará más de 20 mil empleos. «Eso va a generar un boom de inversiones e inyectar no menos de 100 millones de dólares en nuestra economía que hoy se van en pagos a la importación de combustibles fósiles, entiéndase petróleo».
El presidente aseguró que en los últimos años el ejercicio sano de confrontar ideas y candidatos, se convirtió en una lucha visceral y se escaló los conflictos políticos a tal nivel que los adversarios se convirtieron en enemigos y según el mandatario, se «contaminó de odio el poder, sé que la persecución política es capaz de paralizar la economía del país para satisfacer revanchas personales».
Además, cuestionó el doble discurso de aquellos países que tienen a Panamá incluido en sus listas grises o de otros colores.
La medida fue calificada por el mandatario como un «irrespeto y agresión», ya que muchos de estos países que mantienen a Panamá en dichas listas utilizan nuestro Canal y envían consultores para darnos recetas.
«Miren ustedes el caso Mossack – Fonseca que fue el principio del fin de nuestro modelo de negocio financiero. Acaban de absolver a todos los señalados porque en realidad se trató de una patraña internacional para socavar la imagen y competitividad de nuestro país», acotó.
También se comprometió que durante su administración eliminará el DAS antes PAN y la descentralización Paralela.
Respecto a la mina, dijo que hay que respetar las leyes, el fallo de la Corte Suprema de Justicia y el pedido del pueblo. «El plan de abrir para cerrarla de forma ordenada y dependerá de ese estudio ambiental».
El presidente hizo un llamado a la unidad por el país.