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Etiqueta: gobernar

La vicepresidenta de EEUU se declara capacitada para gobernar en medio de las críticas contra Biden por su edad

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, se ha declarado capacitada para gobernar en medio de las críticas contra el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por sus continuos lapsus, especialmente después de que un informe sobre la retención de documentos clasificados le retratase como un hombre de avanzada edad «con mala memoria».

«Estoy preparada para gobernar. No hay dudas sobre ello», afirmó Harris durante una entrevista realizada la pasada semana a bordo del avión presidencial ‘Air Force Two’ con el diario ‘The Wall Street Journal’, pero publicada este lunes.

Harris reiteró que todos los que saben cómo trabaja son «conscientes» de su «capacidad» de liderazgo en una entrevista que se realizó dos días antes de que el fiscal especial Robert Hur concluyese en un informe que la memoria de Biden está «significativamente limitada».

Pese a que el fiscal especial descartó presentar cargos contra Biden por el caso de la retención de documentos clasificados, la Casa Blanca cargó contra él por las críticas «gratuitas e inapropiadas» sobre la agudeza mental del mandatario de 81 años.

Tras la publicación del informe, Biden afirmó en una rueda de prensa que su memoria estaba «bien», si bien poco después confundió al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, con el egipcio, Abdelfatá al Sisi, alimentando nuevamente las críticas sobre su estado de salud.

La propia Harris afirmó en declaraciones a la prensa que los comentarios de Hur, concretamente sobre la fecha de la muerte de su hijo Beau, fueron «gratuitos, inexactos e inapropiados». «Cuando se trata del papel y la responsabilidad de un fiscal en una situación como esa, deberíamos esperar que haya un nivel de integridad más alto del que vimos», sentenció.

Según un sondeo de ABC News/Ipsos realizado entre el 9 y el 10 de febrero, más de la mitad de los estadounidenses consultados cree que tanto Biden como su predecesor, Donald Trump, son demasiado mayores como para volver a competir por la Casa Blanca como ya hicieran en 2020.

En concreto, un 59 por ciento de los encuestados concluye que tanto Trump como Biden ya no están capacitados, por edad, para dirigir el país, aunque en el terreno individual y en el caso particular de Biden el porcentaje es claramente mayoritario: un 86 por ciento creen que es demasiado mayor para volver a ser presidente del país, mientras que un 62 por ciento cree que el magnate no debería desempeñar el cargo.

Los silencios peligrosos

Albert Camus y Mahatma Gandhi coincidieron casi palabra por palabra en lo peligroso que puede resultar un silencio inoportuno en la política; porque, mientras el primero aseveraba que «el silencio es el cómplice de la tiranía», el segundo subrayaba que “el silencio es el arma de los tiranos». Ambos, seguramente, apuntaban a quienes instalados en el poder permanecen con la boca cerrada en los momentos de las grandes crisis, de los sobresaltos políticos y sociales que definen el porvenir de las naciones. Y que no lo hacen -callar- por prudencia o por imperativo ético sino impulsados por “la complicidad de los opresores”, que condenara tantas veces la recordada Rosa Parks. O, en el peor de los casos, el obstinado mutismo es, como expresara en su momento Mandela, “el refugio de los cobardes”.

En 1994, un silencio cómplice abrió las puertas a una de las grandes tragedias con las que el mundo cerró el siglo pasado: Los hutus, que eran mayoría étnica en Ruanda, culparon a los tutsis del derribo de un avión que provocó la muerte del presidente ruandés. Durante cien días el país africano se sumió en un baño de violencia y sangre que acabó con la vida de alrededor de un millón de personas, la mayoría de ellos de la etnia tutsi. Y este descomunal genocidio ocurrió ante la indiferencia de la comunidad internacional, que se hizo de la vista gorda al igual que las Naciones Unidas: sus fuerzas de mantenimiento de la paz no proporcionaron el apoyo requerido para detener la matanza. Una comunicación efectiva habría evitado tal apocalipsis.

En circunstancias específicas, el silencio puede constituirse en un arma poderosa; pero, mal utilizado en la política provoca daños incalculables, de consecuencias aún más impredecibles y desastrosas dependiendo de las intenciones y de los intereses ocultos de los mandatarios que callan.

Los gobernantes son electos para gobernar, esa es una verdad de perogrullo, pero que en estas circunstancias vale la pena recordar. Y gobernar bien depende de comunicarse mejor.