La CEPAL llamó, hoy, a producir una recuperación transformadora con igualdad y sostenibilidad, como acción urgente para encaminar a América Latina y el Caribe (LAC) hacia un nuevo futuro.
Durante el 38? período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el organismo dio a conocer su propuesta de desarrollo para los países de la región.
El estudio “Construir un nuevo futuro: una recuperación transformadora con igualdad y sostenibilidad”, presentado por la secretaria ejecutiva, Alicia Bárcenas, propone una “recuperación y desarrollo orientadas hacia un Estado de bienestar inclusivo y una transformación productiva con cambio tecnológico y sostenibilidad ambiental, que fortalezca la igualdad y la democracia como el legado más preciado de la modernidad”.
La crisis por la pandemia del coronavirus (COVID-19) golpea a la región cuando mostraban graves problemas de bajo crecimiento, desigualdad y desequilibrios ambientales creados por un estilo de desarrollo insostenible.
“La polarización política, la rivalidad creciente, el conflicto y la pérdida de confianza en la democracia eran signos de estos problemas estructurales. La pandemia ha creado la necesidad de una acción urgente, asegura el estudio.
La región deberá crecer a una tasa de por lo menos 4% al año y realizar una fuerte redistribución del ingreso (de hasta 3% del PIB anual) para eliminar la pobreza hacia 2030”, consigna el documento.
«La región no retomará los niveles de PIB previos a la pandemia hasta 2023», Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI,
Agrega que, “solo será posible si se supera la restricción externa al crecimiento mediante una competitividad auténtica basada en el desarrollo de capacidades humanas y tecnológicas nacionales”.
La necesidad de un pacto global social como salida
Durante al acto inaugural realizado ayer, el secretario general de la ONU, António Guterres, manifestó que, “el año 2020 ha colocado al mundo frente a un escenario inédito.
Ningún país y ninguna persona escapa los impactos de la pandemia. Esto pone más que nunca a la cooperación y el multilateralismo en el centro de nuestro trabajo”.
En referencia al estudio de la CEPAL, Guterres expresó ayer que es un «seguimiento específico a los principios que planteó en la Asamblea General sobre la urgencia de avanzar hacia un nuevo pacto global social y ambiental que incluya una transición energética sostenible”.
En un mensaje enviado al encuentro, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, precisó que «la pandemia es sobre todo una tragedia humana».
“América Latina y el Caribe ha sido muy golpeada. Es una tragedia económica también. La región no retomará los niveles de PIB previos a la pandemia hasta 2023. Y se prevé que la desigualdad siga aumentando”, señaló.
Desde el comienzo de la crisis, el FMI ha extendido su apoyo financiero a la región en 64 mil millones de dólares, dijo y expresó su voluntad de hacer más, sobre todo, para ser un socio confiable y comprometido de los países.
Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, en su intervención aseguró que para asegurar una recuperación sustentable e incluyente, los países de LAC tienen que aprovechar la crisis para renovar el pacto social, poniendo el bienestar como objetivo principal de las políticas públicas.
“La región está enfrentando una de las crisis más graves de su historia. La única manera de salir de ella y evitar que vuelva a suceder algo tan grave es reconstruir mejor. En América Latina eso significa poner énfasis en el bienestar y la cohesión social”, declaró.
“Esta es una oportunidad única en un siglo para construir un mundo que sea más justo y equitativo, más verde y sustentable, más inteligente y resiliente frente a los cambios. Un mundo que nuestros hijos merecen”, finalizó la máxima directiva del Fondo.
El difícil escenario para la región
A su turno, Alicia Bárcenas, expresó que “el COVID-19 ha evidenciado y magnificado los problemas estructurales del modelo de desarrollo en América Latina y el Caribe: desigualdades entrecruzadas, crecimiento mediocre, baja productividad, insuficiente diversificación de exportaciones, poco espacio fiscal y deterioro ambiental creciente”.
La crisis presenta un escenario difícil, con una fuerte contracción económica de -9,1% y del comercio regional de -14%, un aumento de la desocupación de 44 millones de personas, de la pobreza en 45 millones, con efectos especialmente graves sobre las mujeres, los jóvenes, los indígenas, los afrodescendientes y los migrantes.
“Proponemos sustituir la cultura del privilegio por una cultura de la igualdad que garantice derechos, construya ciudadanía y difunda capacidades y oportunidades”, finalizó la secretaria del organismo de la ONU.
La CEPAL ha planteado para conectar la emergencia con la recuperación: extender el ingreso básico de emergencia por 12 meses a toda la población en pobreza, ampliar los plazos y períodos de gracia en los créditos a MiPymes, Crear una canasta básica digital para garantizar la inclusión digital de 40 millones de hogares que no están conectados, trazar políticas fiscales y monetarias expansivas que sostengan un período más largo de gasto, Impulsar la solidaridad internacional en términos de alivio de deuda en el Caribe y pago de intereses en Centroamérica y crear fondos subregionales de resiliencia, Planes de recuperación e inversión en torno a sectores dinamizadores, con soluciones basadas en la naturaleza; y el cierre de brechas para alcanzar regímenes universales de salud y protección social.
A la reunión que culmina mañana, concurren autoridades y representantes de los 46 estados miembros de la CEPAL y los 14 miembros asociados, de las agencias fondos y programas del sistema de las Naciones Unidas en la región, los 25 coordinadores residentes, representantes de la sociedad en su más diversa expresión, así como instituciones académicas, organizaciones sindicales y personalidades del sector privado.