Tragedia en Irán: La muerte del presidente Ebrahim Raisi y su impacto en la nación
La muerte de Raisi plantea preguntas sobre el futuro de Irán, aunque los analistas no esperan cambios significativos en las políticas del país
La Unión Europea (UE) ha expresado este lunes sus «sinceras condolencias» a Irán por la muerte del Ebrahim Raisi, en un accidente de helicóptero registrado el domingo en la provincia de Azerbaiyán Oriental. El suceso también cobró la vida del ministro de Exteriores iraní, Hosein Amirabdolahian, junto con otros ocupantes del helicóptero.
Un accidente trágico
El helicóptero cayó en la tarde del domingo en una zona de difícil acceso, un incidente que fue descrito inicialmente como un «aterrizaje forzoso». Las labores de búsqueda, dificultadas por la presencia de niebla y lluvia, contaron con el apoyo de varios países, incluido Turquía, que envió drones para localizar los restos del aparato.
La muerte del presidente Ebrahim Raisi y del ministro de Asuntos Exteriores de Irán deja al país sin dos líderes influyentes en un momento de tensión internacional y descontento interno. Sin embargo, los analistas y funcionarios regionales esperan pocos cambios en las políticas exterior o interior de Irán.
La respuesta internacional
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, expresó: «La UE expresa sus sinceras condolencias por la muerte del presidente Raisi y el ministro de Exteriores Abdolahian, así como el resto de los miembros de su delegación y tripulación en un accidente de helicóptero. Nuestros pensamientos están con sus familias». El Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, también expresó sus condolencias por el «trágico accidente de helicóptero» y brindó su apoyo «a las familias de todas las víctimas y a los ciudadanos iraníes afectados».
El Kremlin informó que el presidente ruso, Vladimir V. Putin, habló por teléfono con Mohammad Mokhber, presidente interino de Irán. Putin, que tenía una estrecha relación con Raisi, ofreció sus condolencias y describió a Raisi como un “verdadero amigo de Rusia” y un “político destacado”. Otros líderes, como el presidente de China, Xi Jinping, y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, también expresaron sus condolencias.
Un líder conservador
Ebrahim Raisi, de 63 años, era un clérigo religioso de línea dura que había sido visto como un posible sucesor del líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei. Su muerte ocurrió semanas después de que Teherán estuvo cerca de un conflicto abierto con Israel y Estados Unidos. Una larga guerra en la sombra con Israel salió a la luz en un intercambio de ataques directos el mes pasado. Además, se cierne la cuestión del programa nuclear de Irán, que ha producido combustible nuclear enriquecido a un nivel apenas inferior al necesario para producir varias bombas.
Raisi alcanzó la mayoría de edad durante la revolución islámica de Irán y era el segundo individuo más poderoso en la estructura política del país después de Jamenei. Su muerte puede allanar el camino para que el hijo de Jamenei, Mojtaba, asuma el papel de líder supremo.
La sucesión en Irán
La cuestión de la sucesión en Irán se ha vuelto más apremiante porque Jamenei, de 85 años, está frágil. La selección del próximo líder supremo es un proceso opaco de rivalidades políticas y maniobras. Según la Constitución, un cuerpo electo de clérigos llamado Asamblea de Expertos elige al líder supremo. Raisi era visto como uno de los principales contendientes para ese papel y era favorecido por la facción de línea dura, al igual que Mojtaba, el hijo del ayatolá Jamenei, un clérigo influyente que ayuda a dirigir la oficina de su padre.
Un legado controversial
Los analistas políticos describen a Raisi como un ejecutor leal de las políticas de Jamenei y un facilitador del creciente poder del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica en la política y la economía de Irán. «No era alguien que irradiara carisma. Sus discursos no motivaban a la gente a salir a la calle. Estaba ejecutando políticas», dijo Sanam Vakil, director del programa de Medio Oriente y Norte de África en Chatham House.
Raisi era conocido por volver a imponer estrictas reglas religiosas y sociales, ser intolerante con la disidencia y alejar las políticas de Irán de Occidente hacia un mayor compromiso con Rusia y China. Durante su mandato, Irán firmó un amplio acuerdo económico, militar y de seguridad de 25 años con China, e intensificó las relaciones militares y de seguridad con Rusia.
Un periodo de crisis
El impacto de Raisi en la política interna fue significativo y su legado es probable que sea controversial. Durante su gobierno, el país sufrió graves crisis económicas impulsadas por las sanciones internacionales y el alto desempleo. La moneda de Irán se desplomó a un mínimo histórico, y el país enfrentó una escasez de agua intensificada por el cambio climático y el ataque terrorista más mortífero desde la fundación de la República Islámica en 1979.
Raisi también supervisó una brutal represión de las protestas antigubernamentales que estallaron en 2022 después de la muerte de una mujer kurda de 21 años, Mahsa Amini, mientras estaba bajo custodia de la policía moral de Irán. Su muerte desató una ola de protestas encabezadas por mujeres que se quitaron los pañuelos en la cabeza y pidieron el derrocamiento de la República Islámica.
¿Qué sigue para Irán?
La muerte de Raisi plantea preguntas sobre el futuro de Irán, aunque los analistas no esperan cambios significativos en las políticas del país. El líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, ha tratado de proyectar una sensación de orden y control, anunciando que el primer vicepresidente Mohammad Mokhber asumirá el papel de presidente interino y deberá organizar elecciones para un nuevo presidente dentro de 50 días.
La inestabilidad podría afectar a la economía de Irán. Tras conocerse la noticia, la moneda iraní se desplomó ante el dólar. Sin embargo, la estructura política y el control del líder supremo y la Guardia Revolucionaria Islámica sugieren que las políticas fundamentales de Irán probablemente permanecerán sin cambios significativos en el corto plazo.
En resumen, la trágica muerte de Ebrahim Raisi marca un momento crítico para Irán. La nación enfrenta desafíos internos y externos significativos, y la sucesión de liderazgo será un proceso clave a seguir en los próximos meses