Un país en números

Si bien las proyecciones de crecimiento para el 2025 son de 4%, tanto el desempleo como la informalidad han repuntado: de 7.4%, en el 2025, a 9.5%, en el 2024, en el caso de la tasa de desempleo; mientras que la informalidad se incrementó del 47.4% al 49.3%
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El informe de AIH revela un Gobierno Central que ha tenido que endeudarse para pagar planillas, algunas de entidades sobre las que tiene escaso control presupuestario

En medio de una panorama retador a nivel internacional, marcado por la inflación y los desencuentros geopolíticos, la economía local debe superar problemas de arrastre, como lo son el endeudamiento y un desempleo en alza.

De acuerdo con el informe “Una prueba de ácido a la economía y las finanzas públicas”, el sector público se encuentra en déficit. Tanto el déficit del Sector Público No Financiero (Spnf) como el del gobierno central se incrementaron en los últimos cuatros años, hasta alcanzar los $4,345 millones y $6,774 millones en 2024. 

El Gobierno ha tenido que recurrir al endeudamiento, como una forma de garantizar su operatividad. Se contrajeron préstamos para costear “planilla, subsidios, e intereses de la deuda”. 

Entre las “operaciones del sector público” que están siendo costeadas con préstamos está el gasto en planilla, que se incrementó de $3,792 millones en 2021 a $4,443 millones en 2024, un aumento de 17% en tres años. 

Mientras que la planilla y los intereses de la deuda pública se disparan -esta última, de $1,540 millones, en 2021, a $2,519 millones, en 2024-, la recaudación de impuestos cayó: pasó de representar un 11.6% del PIB en 2012 a 6.6%, en 2024. 

El declive en los ingresos tributarios acarreó una pérdida al Estado de $4,350 millones anuales. Es una situación financiera precaria, ya que el Estado no solo recoge menos sino que se ha visto disminuido en su capacidad para generar ingresos.    

Esto se debe, en parte, a la disminución en los aportes de las empresas estatales o mixtas. En el caso del Canal, sus ingresos han experimentado un estancamiento en los últimos años. Los aportes al PIB correspondientes a los años 2023 y 2024 fueron inferiores a los registrados durante 2020, 2021 y 2022. 

Empleomanía, contracción y subsidios

El panorama es igualmente desafiante en el sector privado. Si bien las proyecciones de crecimiento para el 2025 son de 4%, tanto el desempleo como la informalidad han repuntado: de 7.4%, en el 2025, a 9.5%, en el 2024, en el caso de la tasa de desempleo; mientras que la informalidad se incrementó del 47.4% al 49.3%.

Tan solo en Panamá, se contabilizaron 30, 817 desempleados, mientras que Chiriquí, la tercera provincia del país, registró 10, 320. 

El leve incremento en la expansión de la economía -de 3.5% registrado en el 2024- tuvo lugar a pesar de una serie de factores adversos, como lo fueron el cierre de la operación minera en el 2023 -que ocasionó el desplome del sector minas y canteras al PIB, en un 60%-, y los efectos derivados del periodo prolongado de sequía que impactó las operaciones del Canal, entre 2023 y 2024. “Con la recuperación del Canal este año, sectores clave del conglomerado marítimo y logístico también se verán beneficiados”. 

El aporte de rubros como el turismo, transporte aéreo, sector eléctrico y la inversión pública será fundamental para cualquier tipo de reactivación económica. 

Por el contrario, se prevé que la industria de la construcción entre en una desaceleración para el 2025. Esto provocado por, entre otros factores, la eliminación del denominado Fondo Solidario de Vivienda y modificaciones a la Ley de Interés Preferencial. 

Lastre financiero

El deterioro en las finanzas públicas ha sido acentuado por problemáticas de vieja data, como lo son la evasión fiscal, la rigidez del gasto en el Presupuesto de la Nación y el desembarazo al momento de conceder incentivos fiscales. 

En cuanto a la evasión fiscal, este fenómeno se da como producto de la “fragilidad de la entidad recaudadora y las deficiencias del marco normativo que la regula”. 

Asimismo, la escasa capacidad del Estado para manejar el gasto en entidades como Banco Nacional de Panamá, Caja de Ahorros, Caja del Seguro Social, Aeropuerto Internacional de Tocumen, Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A., y la Empresa Nacional de Autopistas pone limitantes al momento de modificar el presupuesto nacional. 

Una parte importante de dicho presupuesto -un 18.6%- corresponde al pago del servicio de la deuda pública. Si a esta cifra se le añade el presupuesto de entidades sobre las que el gobierno central no posee control directo, el monto que maneja el Estado estaría por debajo de $9, 000 millones al año. 

Más del 75% del gasto en el Presupuesto de la Nación, que asciende a $30,691 millones para 2025, es rígido y resulta casi inmodificable debido a obligaciones financieras, restricciones legales y autonomías institucionales».

Aún así, con una inflación de 0.7% para el 2024, que se sitúa por debajo del promedio regional de 4.6%, Panamá se encuentra en una mejor posición que varios de sus vecinos, en una región que apenas creció un 2.2% en el 2024. 

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