“Siempre pensé que esto iba acabar en una transacción comercial por algún consorcio que no estuviera vínculos ajenos a los intereses del presidente de los Estados Unidos”, dijo el exadministrador del Canal de Panamá, Jorge Luis Quijano
Desde que arrecieron las amenazas de Donald Trump de recuperar el Canal de Panamá por una supuesta injerencia china, el exadministrador de esta vía acuática, Jorge Luis Quijano, supuso que este conflicto podría acabar en una transacción comercial por parte de algún consorcio allegado al mandatario de Estados Unidos.
La predicción se cumplió. El grupo de estadounidense BlackRock compró al conglomerado hongkonés CK Hutchison, matriz de Panamá Ports Company (PPC), que opera los puertos de Balboa y Cristóbal, estas operaciones y otras instalaciones por 22.800 millones de dólares.
“Siempre pensé que esto iba acabar en una transacción comercial por algún consorcio que no estuviera vínculos ajenos a los intereses del presidente de los Estados Unidos. Es típico del estilo transaccional del presidente actual de los EEUU. Con esto termina el ataque de que los puertos de Balboa y Cristóbal son una amenaza para el Canal de Panamá por sus vínculos con una empresa de Hong Kong”, opinó Quijano al ser consultado sobre el acuerdo de compra venta anunciado en la mañana de este martes, 04 de marzo.
BlackRock es uno de los mayores administradores de patrimonios del mundo, con un enorme fondo que suma US$ 11,6 billones en activos. Para contextualizar, esa suma equivale aproximadamente al 40% del producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos. Es dueño de la segunda mayor participación en algunas de las empresas más grandes de ese país, como Walmart, Apple, Amazon, Microsoft y Alphabet, propietaria de Google.
“Los compradores fueron donantes de la campaña de Trump. Es posible que, como consecuencia de la donación, el mandatario le estuviera haciendo presión a Panamá para lograr que los chinos vendieran. Hay que ver el contrato de compra y venta”, dijo por su parte el experto en logística, Carlos Ernesto González de la Lastra.
Recordó, que solo se puede vender la concesión porque los puertos son del estado panameño. “Esperamos que el gobierno, basado en la auditoría, corrija en el nuevo contrato las fallas encontradas”, resaltó.
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El presidente José Raúl Mulino en un breve comunicado informó de que el gobierno nacional a través de la Autoridad Marítima (AMP) y el ministerio de Economía y Finanzas velará para que se cumplan todas las regulaciones y leyes locales, previo a cualquiera decisión por parte de AMP en representación del país.
Transacción, seguridad jurídica y salida diplomática
Podría esta transacción favorecer los intereses panameños en vista de que el contrato con PPC fue declarado inconstitucional por parte de procurador general de la Nación, Luis Carlos Gómez, y abría las puertas a un posible conflicto o arbitrajes internacionales. A consideración de González de la Lastra, “es difícil determinarlo en este momento, sin conocer los términos del contrato y emitir un juicio sobre el mismo”.
El gobierno deberá aprobar la transacción y ello se debe, indicó el entrevistado, a que las concesiones portuarias son contratos otorgados por el Estado y cualquier cambio en la titularidad de la concesión debe cumplir con las regulaciones establecidas en el contrato de concesión y en la legislación indicada en la ley de puertos.
“Obviamente la Autoridad Marítima de Panamá y otras entidades gubernamentales involucradas deben evaluar la transacción para asegurarse de que el nuevo concesionario cumpla con los requisitos legales, financieros y operativos para administrar la concesión. En algunos casos, también puede requerirse la aprobación del Consejo de Gabinete”, puntualizó González de la Lastra.
Analistas internacionales también opinaron sobre la transacción según reportes de agencias de prensa.
El traspaso de la operación de los puertos panameños «sería una salida a la crisis diplomática sin necesidad de cancelar el contrato, lo que perjudicaría aún más el clima de inversiones en Panamá, y sin provocar represalias por parte de Pekín», dijo a la AFP Benjamin Gedan, director del programa para América Latina del Wilson Center, un centro de estudios con sede en Washington.
China no juega ningún rol en la operación del canal y si esta empresa deja de controlar estos dos puertos, sería difícil8 argumentar que China controla el canal”, agregó Gedan.
La Casa Blanca no hizo ningún comentario inmediato sobre la compra, aunque parece probable que pueda calmar las preocupaciones de Trump sobre la influencia china en la vía navegable. Mike Waltz, asesor de Seguridad Nacional del gobierno, dijo a periodistas a finales del mes pasado que el liderazgo de Panamá había entrado en “negociaciones sobre el tratamiento de los puertos a ambos lados del canal”.
Aunque el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU, comentó en su cuenta en X que este país “está recuperando el control del Canal de Panamá, de manos de China, que “está siendo expulsada de Panamá y Estados Unidos está ganando. Gracias, presidente Trump”.
El codirector ejecutivo CK Hutchison, Frank Sixt, aseguró que se espera que esta operación genere ingresos en efectivo para el grupo por más de 19.000 millones de dólares, al tiempo que desligó esta decisión de la polémica sobre las presiones de Trump.
“Me gustaría enfatizar que la transacción es de naturaleza puramente comercial y no tiene ninguna relación con las noticias políticas recientes sobre los puertos de Panamá”, afirmó, según el comunicado.
El puerto de Balboa, a manos de PPC desde 1997, es el segundo con mayor movimiento de contenedores, con más de 2,3 millones de TEU en el 2024.
Con cinco muelles para barcos portacontenedores opera con 25 grúas pórticas (10 Post Panamax, 8 Panamax y 7 Super Post Panamax), y tiene una capacidad anual de cinco millones de TEU.
En tanto, el Puerto de Cristóbal es el quinto de mayor movimiento de contenedores, con 1,384 millones de TEU en 2024. Cuenta con tres muelles para contenedores y 12 hectáreas dedicadas al manejo y almacenamiento de contenedores respectivamente, y 13 grúas porticas. Tiene capacidad para manejar dos millones de TEU al año.