Rubio inicia visita en Panamá rezando y «mezclándose» con los panameños

Marco Rubio quiso iniciar el primer viaje de su gestión como Secretario de Estado de los Estados Unidos rezando. La primera escala del alto funcionario estadounidense fue en la iglesia de La Merced, una de las cinco que se ubica en el Casco Antiguo de la capital panameña.

Junto con un séquiito que incluía a sus guardaespaldas, funcionarios de su oficina y la seguridad panameña que se está dispensando en esta gira, Rubio se ubicó en la parte media de la iglesia, que fue remodelada y cuenta con aire acondicionado.

El estadounidense con raíces cubanas hizo la acostumbrada fila para recibir el sacramento de la comunión, sin que se supiera que antes se hubiera confesado. Al momento de «la paz», estrechó las manos de numerosos presentes, hombres y mujeres.

Mientras esto sucedía, la agenda del Secretario de Estado estadounidense se alteraba. La reunión con el presidente José Raúl Mulino tuvo un retraso de media hora. Y en la Plaza 5 de mayo, manifestantes del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs), eran interceptados por unidades antidisturbios de la Fueza Pública panameña.

Después de la celebración religiosa, Marco Rubio regaló algunas «selfies» y hasta «conversó con una señora que lo abordó muy de cerca. Se trasladó al inmueble conocido por los panameños de vieja data como «El Castillo de Greyskol», hoy convertido en el lujoso «Americana Trade Hotel».

No se supo oficialmente qué hizo en el lugar, en donde se mantuvo por aproximadamente 15 minutos. Tras eso, abordó un vehículo de marca japonesa que lo llevó desde la legendaria Calle 10a, hasta el palacio presidencial ubicado en Calle 4a.

Fue un momento un poco atípico, en donde no había tensión en el ambiente, aunque sí una sensación de lo que algunos expertos dicen que es «la tensa calma».

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