El viernes es un día clave en la embestida de Trump y sus deseos. Ya logró acuerdos con México y con Canadá y todo terminó en feliz término después de una conversa. Ahora toca el turno del presidente Mulino. Como lo hemos expresado ya, al presidente estadounidense hay que lidiarlo como torero. Y sus deseos ya los expresó: “Se han comprometido a ciertas cosas, pero no estoy contento». Hasta el viernes hay tiempo suficiente para planear una buena estrategia y hacer que de esta llamada salga un acuerdo ganar-ganar. Ya Panamá cedió un área en Darién para el manejo migratorio totalmente operada por Estados Unidos; se acordó una comisión bilateral para los asuntos del Canal; Panamá se comprometió a no renovar el acuerdo sobre la Ruta de la Seda y se dispuso trabajar con la marina de guerra de Estados Unidos para optimizar la prioridad de tránsitos de sus buques por la vía acuática. ¿Y qué va a pedir Panamá? La conversa hay que llevarla con serenidad e inteligencia y Trump es un gran negociador. Entiende la palabra negociación y hay que llevarlo a ese terreno, para que salga un resultado ganar-ganar. Y es que ceder sin conseguir nada a cambio, será todo lo contrario. Es el momento de poner las neuronas a trabajar. ¡Así de simple!
Editorial escrito por el periodista Gerardo Berroa Loo