Panamá acumula 153 casos producidos por el virus «Oropouche», de acuerdo con información suministrada por el Ministerio de Salud (Minsa), contabilizados hasta la sexta semana epidemiológica.
El Dr. Blas Armién, jefe de Epidemiología del Minsa, explicó que hay 151 casos contabilizados en la provincia de Darién, y dos en la región de Tortí. en el distrito de Chepo.
Señaló que virus ataca a hombres y mujeres, así como a cualquier grupo de edad, ya sean niños, jóvenes, adultos o adultos mayores, lo que hace más preocupante el incremento de estos casos.
«La mayoría de estos casos detectados están en un rango de entre 20 y 49 años; es decir, que estos casos están ocurriendo en la población productiva», indicó el galeno.
De los casos detectados, hay dos mujeres embarazadas a las que se les da seguimiento; hasta el momento, precisó el Dr. Armién, no han tenido complicaciones. El seguimiento se mantendrá hasta cuando se produzca el alumbramiento.
Aseguró que no se tienen casos fuera de los sitios donde se ha detectado la enfermedad, ya que Tortí está en la ruta hacia Darién, de ida y vuelta, siendo posible que los enfermos en Panamá Este hayan ocurrido debido a la movilización a través de la vía Interamericana.
Destacó además que los síntomas del virus «Oropouche» son muy parecidos a los del dengue; sin embargo, hay una diferencia significativa, ya que el virus se carecteriza por producir altas temperaturas y fuertes dolores de cabeza.
«Son síntomas parecidos, pero distintivos en esos aspectos. El virus «Oropouche» tienen a producir en el paciente fiebre alta y mucho dolor de cabeza», apuntó el galeno.
Se trata de una infección febril causada por la picadura de los mosquitos Culicoides y Culex, conocido como “jejen”, que son moscas pequeñas también llamadas ceratopogónidos.
Posterior a un período de incubación de cinco a siete días, los pacientes infectados por el virus «Oropouche» experimentan fiebre alta repentina de hasta cinco días, dolor de cabeza intenso, debilidad extrema (postración), dolores articulares y musculares.
En algunos casos pueden aparecer intolerancia a la luz, mareos, náuseas o vómitos persistentes y lumbalgia.
Aunque las complicaciones graves son poco comunes, la enfermedad puede evolucionar hacia una meningitis aséptica que se manifiesta generalmente en la segunda semana de la enfermedad, lo que prolonga la recuperación por semanas.
Entre las medidas de prevención que se recomiendan a la población están: uso de repelentes, ropa que cubra piernas y brazos, y mosquiteros de malla fina, especialmente para grupos vulnerables.
Actualmente, no existen vacunas ni tratamientos antivirales específicos para la fiebre de «Oropuche» y el manejo de la enfermedad es sintomático, centrado en aliviar el dolor y rehidratar al paciente.