La sociedad nunca saldrá de su estancamiento si no hay un cambio de actitud en sus miembros. La familia es la base fundamental y desde allí emergen el fortalecimiento de sus valores cívicos y morales. Los grandes problemas de la corrupción latinoamericana es producto del resquebrajamiento de la familia y de esa ausencia de valores. Que un joven mate un animal de una forma despiadada dice mucho de lo que le podría hacer también a un semejante. Igual pasa con una persona que se lleva el papel higiénico de una oficina en su primer trabajo y para cuando sea funcionario de alto rango y tiene la oportunidad, no dudaría en cometer cualquier ilícito por una tentación que se le ofrezca. En pocas palabras, el fortalecimiento de los valores cívicos y morales es clave en la sociedad, pero tiene que haber un cambio de actitud de nosotros mismos. Si seguimos pensando que un tablero electrónico se necesita para enseñarle a los niños antes que sumar, restar, escribir, leer y pensar, entonces no avanzamos. Ese cambio de actitud es clave para encontrar el camino hacia nuestro desarrollo humano. ¡Así de simple!
Editorial escrito por el periodista Gerardo Berroa Loo