Imagínense dónde hemos llegado en este país que estás son las nuevas modalidades para defender la soberanía nacional.
Con la excusa de llamar la atención, tomarse anárquicamente las calles y crear caos, nuevamente miembros del SUNTRAC utilizan elementos típicos de grupos terroristas para impedir el libre tránsito y perturbar la tranquilidad de los habitantes de este país.
Si pudiéramos recordar brevemente de lo que era antes la lucha por la soberanía nacional, inmediatamente se nos vendrían a la mente una serie de pensamientos y sentimientos de manifestaciones cívicas al frente de la Avenida 4 de Julio, siembra de banderas, discursos y posturas intelectuales, reclamaciones dignas y responsables, respuestas diplomáticas a solicitudes, y sobre todo de participaciones tanto de estudiantes, profesionales y académicos, sin importar género, raza o distinción política. Todos mirando hacia una misma causa y unidos en el mismo propósito.
No recuerdo que, en ninguna de estas luchas por la soberanía nacional, se haya visto nada parecido a tirar bloques voladores y varillas mortales desde la azotea de edificio contra los propios panameños y conciudadanos. Muy por el contrario, estaba muy bien definido contra quién era la lucha y por qué se hacía.
Apoyamos la iniciativa del Ejecutivo en el sentido de que los responsables de este tipo de acciones delictivas se vean de cara con la justicia y asuman las consecuencias.
Ahora, con la justificación de responder a las amenazas del gobierno estadounidense y rechazar las reformas de la CSS, los miembros del SUNTRAC se toman como suya la protección del Canal de Panamá y la defensa de la CSS. En primera instancia, en estos términos, SUNTRAC no representa a nadie, salvo el caos y la crítica permanente a todo.
Es más, me atrevo a pensar, que si a los panameños se le preguntara hoy sobre qué prefieren, el aumento de la edad de jubilación para salvar la CSS o los actos salvajes con bloques voladores y varillas penetrantes, no tendría ninguna duda que escogerían la primera.
Los verdaderos panameños no tenemos ningún problema en diferenciar entre una causa justa como es salvar la CSS, de otra como es el caos de paraliza el país y los riesgos que involucran los bloques y las varillas penetrantes.
Apoyamos la iniciativa del Ejecutivo en el sentido de que los responsables de este tipo de acciones delictivas se vean de cara con la justicia y asuman las consecuencias. Esperamos que al Ministerio Público no le tiemble la mano para hacer lo propio. De verdad, los panameños no queremos que nadie con rostros tapados, típico de terroristas y maleantes, nos representen ni defienda en ninguna esfera ni para ninguna causa. Nosotros hemos sabido distinguir perfectamente entre lo bueno y lo malo.
SUNTRAC no fue creado para eso. Se ha convertido en una plaga y debe ser controlada o eliminada.
