Esta semana, el recién estrenado Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, hará una gira por cinco países latinoamericanos.
El punto culminante de la gira es Panamá, país al que el presidente estadounidense, Donald Trump acusa de permitir que China administre el Canal Interoceánico.
Rubio tiene «instrucciones» precisas para esta visita a Panamá, donde se reunirá con el presidente panameño, José Raúl Mulino, el Canciller Javier Martínez Acha y el administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez.
Esas «instrucciones» provienen de una resolución que este martes será discutida y posiblemente aprobada en el Senado estadounidense. En ella, entre otras cosas, se le «exige a Panamá expulsar oficiales e intereses de la República Popular China y que termine con la administración china de puertos en el Pacífico y el Atlántico, cercanos a la vía interoceánica.
La resolución, presentada por el senador republicano de Misuri, Erick Schmitt, se discutirá en el Comité de Comercio, Ciencias y Transporte del Senado estadounidense, instancia que preside el también republicano Ted Cruz.
El propósito de la reunión de este comité es «examinar las tarifas del Canal de Panamá», además de «la influencia extranjera» en la administración de la vía acuática y qué significa que esto esté sucediendo para la seguridad estadounidense. La audiencia se podrá seguir en el canal de you tube del Senado estadounidense, a partir de las 10 de la mañana de este martes 28 de enero.
¿Qué trae Rubio?
Serían cuatro puntos muy específicos los que el Secretario de Estado norteamericano le traería al presidente José Raúl Mulino: el primero, reafirmar su compromiso con la «neutralidad permanente» del Canal de Panamá,
según lo definido por el Tratado de Neutralidad.
Además, rescindir los acuerdos que permiten a empresas estatales chinas o entidades privadas con sede en China gestionar infraestructuras estratégicas, incluyendo los puertos de Balboa y Cristóbal; además de «expulsar a todos los funcionarios de la República Popular China «que operen dentro de los puertos panameños y otros proyectos de infraestructura crítica».
Habría un último punto: instar a Panamá a «buscar asociaciones que se alineen con los valores democráticos y el respeto mutuo». Estos puntos serán entregados por Rubio, a instancias del Senado estadounidense, al presidente Mulino, al Canciller Martínez Acha y a la presidenta de la Asamblea Nacional, Dana Castañeda.
No solo hablar del Canal
Algunos conocedores estiman que la visita de Rubio es «una buena oportunidad para mostrarle que no hay ingerencia de ningún país, y mucho menos china, en la administración de la vía interoceánica».
Esta es la apreciación del historiador y parte del equipo de negociación de los tratados Torrijos-Carter, Omar Jaén Suárez. «Es una visita para aprovechar y hablar de temas importantes de nuestra relación bilateral», apuntó.
Estos temas, señaló la exmagistrada de la Corte Suprema de Justicia, Graciela Dixon, son la migración, la seguridad y el narcotráfico. «Son temas que a ambos países nos importan. No es solo el Canal», destacó.
Por su parte, el expresidente del Colegio Nacional de Abogados, José Alberto Álvarez, coincide con Jaén Suárez y Dixon, en cuanto a mostrarle a Marco Rubio qué hace Panamá como administrador de la vía acuática.
«Es un momento que debe aprovecharse para darle un tour por el Canal, para ver si se encuentra con algún chino por allí», manifestó el abogado.