La historia nos regala una pista sobre el comportamiento de los sistemas de gobierno a lo largo de los años. Aquella pregunta que se hicieran los tres sabios tras la muerte del rey Cambises en la antigua Persia (500 a.C), nos revela que el sistema Parlamentario directo o indirecto es el que mejor para el desarrollo de sus sociedades. El ejemplo más claro está en Europa, sobre todo en los países nórdicos. No hay que inventar la rueda y sí ser prácticos en el establecimiento de un nuevo sistema político para Panamá. Ya es hora de quitar el presidencialismo que lo que crea son reyecitos de cinco años. Ningún país de América Latina (y todos tienen presidencialismo directo) ha logrado avanzar al grado desarrollo. Y es que el presidencialismo es un sistema que por más que en teoría tenga tres órganos del Estado que son «independientes», aunque colaboran entre sí, no hay contrapesos. Ahora que iniciamos la alfabetización constitucional, hay que ser prácticos y decirle a los jóvenes que el presidencialismo no funciona y no va a funcionar. Hay que cambiar el sistema sí o sí. ¡Así de simple!
Editorial escrito por el periodista Gerardo Berroa Loo