Oficiales panameños hacen llamado urgente a militares venezolanos

“Las armas que llevamos no deben ser usadas nunca como herramientas de opresión, sino como escudos de protección”, afirma Humberto Macea, quien teme un derramamiento de sangre en Venezuela.

Tres oficiales de la Fuerza Pública panameña que se rebelaron contra el general
Manuel Antonio Noriega, “por estar envuelto en narcotráfico”, hicieron un llamado
urgente a los hombres uniformados de Venezuela para que respeten las voces y el
querer de la población manifestados el 28 de julio del 2024.

Humberto Macea, Milton Castillo y Luis Carlos Samudio, todos participantes en un
alzamiento en contra de Noriega, el 16 de marzo de 1988, no dudaron en hacer el
llamado para evitar un derramamiento de sangre en Venezuela.

“Este mensaje va dirigido a los miembros de las fuerzas armadas y policiales de
Venezuela, siendo consciente de lo que hoy sucede en su país», expresó Humberto
Macea.

 

Desde el 28 de julio de 2024, Venezuela ha experimentado una escalada significativa de protestas y represión tras las elecciones presidenciales, donde Nicolás Maduro fue proclamado ganador en medio de acusaciones de fraude electoral.

Macea, oficial en su momento de la Guardia Nacional, Fuerzas de Defensa y
posteriormente de la Policía Nacional, dijo que es “un honor portar un uniforme no
solamente como un símbolo de autoridad y de poder; sino que también es un
compromiso profundo con la justicia y la defensa de los derechos humanos”.

Humberto Macea
Luis Carlos Samudio
Milton Castillo

De acuerdo Macea, “las armas que llevamos no deben ser usadas nunca como
herramientas de opresión, sino como escudos de protección”.

Indicó que los gobiernos autocráticos a menudo buscan utilizar la fuerza para
silenciar las voces de que quienes claman por libertad y justicia, “pero nosotros,
los hombres de uniforme, como defensores del pueblo, debemos siempre recordar
que nuestro deber principal es hacia los ciudadanos, no hacia aquellos que
buscan perpetuar su poder a expensas del sufrimiento humano”.

Para Macea, “cada vez, escúchese bien, que elegimos no disparar, estamos
eligiendo la vida y la dignidad sobre la brutalidad. Cada acto de resistencia
pacífica es un testimonio de nuestro compromiso con la humanidad. La historia
nos juzgará no solo por las victorias en el campo de batalla, sino también por la
capacidad de mostrar compasión y justicia”.

Subrayó que la verdadera fortaleza de un soldado no reside en su capacidad para
destruir, sino en su determinación para proteger y servir con integridad. Que no se
permita que las armas se conviertan en instrumentos de tiranía, en cambio, que
sea nuestra misión la defensa de los oprimidos y la construcción de un mundo en
el que todos puedan vivir en paz y libertad.

“Tengan presente que en momentos de duda, se debe recordar siempre el porqué
elegimos este camino, que es el de salvaguardar el futuro de nuestras naciones y
garantizar que ningún gobierno autocrático pueda pisotear los derechos y dignidad
del pueblo”, recalcó Macea.

Advirtió a los uniformados de Venezuela que cuando los hombres y mujeres de las
fuerzas armadas y policiales se alejan del mandato de honrar el uniforme y
proteger a la población, las consecuencias pueden ser graves y de amplio
alcance.

Según Macea, cuando lo anterior ocurre, se produce una pérdida de confianza
púbica, tal como está ocurriendo en estos momentos en Venezuela, con las
fuerzas armadas y policiales.

De igual forma, indicó, la población pierde confianza en las instituciones
encargadas de su protección y las ve como instrumentos de opresión, en lugar de
guardianes de la justicia.

Según sus palabras, cuando se dan acontecimientos como los que hoy se
presentan en Venezuela, dentro de las fuerzas armadas se produce una erosión
de la moral interna; y un sentimiento de desmoralización y de división, pues
quienes desean cumplir con su deber de manera honorable se ven enfrentados a
los actos de sus colegas indignos.

Macea le recordó a sus colegas venezolanos que eventualmente habrá
repercusiones legales y políticas, tanto a nivel nacional como internacional para
todos aquellos que violen los derechos humanos, donde habrá sanciones, juicios y
condenas. “Y recuerden que todo acto de lesa humanidad no prescribe”.

“Señores miembros de las fuerzas armadas y policiales de Venezuela, no se dejen
enredar por causas de una dictadura, respeten las voces y el querer de la
población manifestados el 28 de julio del 2024”, puntualizó Macea.

En tanto, el mayor Luis Carlos Samudio, otro de los oficiales “rebeldes”, indicó que
cada vez es más evidente que la principal contienda en Venezuela no se
encuentra entre el régimen y la oposición. “Lo que se percibe y siente es un conflicto interno de su estructura chavista, que se mantiene en el poder por el
miedo a perder la impunidad”.

De acuerdo con Samudio, es vital destacar que todos los altos cargos civiles y
militares del régimen de Venezuela están completamente informados sobre los delitos que han perpetrado; todos conocen las repercusiones de dichos delitos; todos comprenden que el poder demora o posterga la justicia; todos sienten miedo
por ellos y sus parientes.

El precio de mantenerse en el poder mediante un fraude de gran magnitud será considerablemente más elevado de lo que anticiparon. El país y el mundo no poseen dudas acerca del carácter criminal del régimen, cuestiono Samudio.

El robo durante las elecciones del 28 de julio ha intensificado los peligros, el temor
y las discrepancias entre las dos partes que se distinguen en la actualidad por el
tráfico de drogas y la corrupción de gran envergadura, destacó Samudio.

El precio de mantenerse en el poder mediante un fraude de gran magnitud será
considerablemente más elevado de lo que anticiparon. El país y el mundo no
poseen dudas acerca del carácter criminal del régimen, y tampoco muestran
mayor paciencia, dijo Samudio.

Advirtió que sólo tienen la capacidad de intimidar y reprimir, pero sus días son
finitos, el tono y la expresión de Maduro son suicidas, ya que cada día la soledad
convive con él debido a una dirección equivocada.

Según Samudio, las fuerzas militares de Venezuela están en decadencia. Existen
oficiales de todas las categorías encarcelados, perseguidos y excluidos socialmente. Sin embargo, un conjunto de militares realizó un golpe de Estado, no con el objetivo de beneficiar a Maduro, sino de salvaguardar a su cúpula altamente corrupta, y la que, sin duda, llevará a la caída del régimen, ya sea a través de la violencia o sin ella, dependiendo del factor final que lo desencadene.

Por su parte, el capitán Milton Castillo, otro de los protagonistas del mencionado
alzamiento, hizo un llamado vehemente a sus colegas uniformados del hermano
país: Hoy, desde Panamá, les digo que quienes vivimos la experiencia de la
cárcel, quienes vivimos la experiencia de reprimir y ser reprimido, el resultado al
final no valió la pena, porque todo conllevó a que se produjera una dolorosa
invasión que lastimó a seres humanos que nada tenían que ver con el
tema…cayeron dormidos y nunca se despertaron.

Las circunstancias políticas por las que atraviesa la hermana república de Venezuela tiene idénticas connotaciones a aquellas que vivimos en Panamá en la
década de los ´80 hasta el 20 de diciembre de 1989, advirtió Castillo.

Recordó aquél momento en que se produce la primera elección, en Panamá,
después del golpe del ´68, cuando hubo un resultado a todas luces cuestionado,
inaceptado y que arrancó la oportunidad de dar un paso democrático electoral bien
avanzado.

Desde aquel momento, dijo, el país se enrumbó por una batalla frontal política que
nos llevó por diferentes caminos hasta concluir exactamente en las mismas
avenidas en las que se encuentra hoy el hermano pueblo de Venezuela.

Castillo coincidió con Macea y Samudio al indicar que “es la oportunidad para
hacer un llamado a los herederos de la gloria del libertador Simón Bolívar, a los hombres que portan el uniforme de las fuerzas armadas de Venezuela para que recuerden que en Venezuela hubo un resultado electoral, donde se produjo una vigorosa y marcada victoria electoral no reconocida por el gobierno.

En este momento pletórico de similitudes panameñas y venezolanas, hoy es oportuno llamar a esos hombres de armas para que recuerden que nada va estar por encima de la decisión de ese pueblo noble, advirtió Castillo.

Castillo le recordó a los uniformados unas célebres palabras del Libertador Simón
Bolívar: “maldito sea el soldado que vuelva las armas contra su pueblo”.

En este momento pletórico de similitudes panameñas y venezolanas, hoy es
oportuno llamar a esos hombres de armas para que recuerden que nada va estar
por encima de la decisión de ese pueblo noble, de ese pueblo heroico de ese pueblo al que los latinoamericanos le debemos tanto y que nosotros los
panameños, en momentos en que nos plantamos a luchar para recuperar nuestra
soberanía nacional y el patrimonio más valioso del país, como lo es el Canal de
Panamá, el empuje, la fortaleza y la hermanad venezolana, fue vital en el esfuerzo
negociado.

Hermanos venezolanos, no dejen pasar la oportunidad que tienen de hacer grande
la memoria del Libertador Bolívar.

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