Para entender la política de seguridad de Estados Unidos sobre Panamá, hay que hacer una lectura de halcón. Hoy el mundo está en pleno conflicto y hay tres grandes polos: Estados Unidos, China y Rusia. Mientras Rusia apostó por sumarse a Ucrania, China quiere a Taiwán y hace esfuerzos por «comprar» Latinoamérica. Con eso en perspectiva, Estados Unidos ve lo que ya está pasando en el canal de Suez, donde los hutíes están atacando a todos los buques que transiten por esa vía o el mar Rojo. Los hutíes son alimentados por Irán, un socio estratégico de Rusia. Al final, los grandes afectados por los problemas del canal de Suez son los países europeos que a su vez mantienen sanciones a Rusia. Estados Unidos teme que China también pueda provocar el cierre del canal de Panamá ante un eventual conflicto bélico mundial. Es la razón, por la que los halcones de Washington quieren controlar tanto Groenlandia como el canal de Panamá. Y la pregunta que hay que hacerse es si ante una eventual Tercera Guerra Mundial ¿la neutralidad nos servirá de algo? La respuesta es más fácil cuando se analiza lo que pasó ya en la Segunda Guerra Mundial, donde Estados Unidos nos llenó de bases. Ante los ojos de los halcones de Washington, Panamá tiene que planear su estrategia no en la neutralidad, sino como aliado estratégico de ese país, porque para ellos hacer lo contrario es convertirse en objetivo de guerra. ¡Así de simple!
Editorial escrito por el periodista Gerardo Berroa Loo