En la metamorfosis que experimenta el mundo en estos momentos, Panamá juega un papel crucial. Es la razón por la que China, Rusia, Estados Unidos y otros países están muy interesados en tener su cuota de poder en este pequeño territorio. La amenaza más grande, empero, es de nuestro principal socio y aliado: Estados Unidos y su presidente electo Donald Trump. Ese interés nos indica que el destino de Panamá está en las grandes ligas. Somos un país estratégico, pero tenemos que unir posiciones. No es momento para minar nuestro orgullo nacional por darle espacio al negocio; no es momento para que la taquilla política se sobreponga a la argumentación razonada y profunda; no es momento para huelgas sectarias y presiones gremiales sin fundamentos. Es momento para sacar nuestro patriotismo en defensa de la soberanía nacional y demostrar a todos esos panameños que lucharon y murieron aquel 9 de enero de 1964, que nunca desmayaremos en la defensa de nuestro Canal y nuestro territorio. ¡Así de simple!
Editorial escrito por el periodista Gerardo Berroa Loo