Controversia por decretos del alcalde Mayer Mizrachi sobre el 9 de enero

El último decreto emitido por el alcalde capitalino Mayer Mizrachi implementó la ley seca por solo 12 horas

Luego que el alcalde capitalino Mayer Mizrachi emitiera dos decretos relacionados con las actividades del próximo 9 de enero, Día de los Mártires, ha surgido diversas reacciones sobre estas medidas.

El primer decreto con fecha del 30 de diciembre, el alcalde suspendía para el 9 de enero las actividades bailables y musicales, pero no aplicaba la ley seca.

Una semana después, emitió un segundo decreto, donde aplica la ley seca, pero solo por 12 horas y no 24 horas como se ha hecho años anteriores.

Esta decisión es la que ha generado una avalancha de críticas y cuestionamientos a la medida tomada por el alcalde capitalino.

Uno que alzó su voz fue el abogado y exdirigente estudiantil Arturo Trelles. “Nosotros sabemos cuál son las raíces del alcalde, pero yo quiero saber si en sus raíces donde vienen sus ancestros el día del holocausto son 12 horas donde se conmemora. Yo toco este tema, porque no podemos irrespetar la memoria de nuestros mártires”, planteó Trelles.

En tanto Joaquín Vásquez, de la Asociación Centinelas del Canal recomendó al acalde Mizrachi renovar su equipo de asesores.

Gesta del 9 de enero y hechos claves

La gesta patriótica del 9 de enero de 1964 en Panamá es un evento crucial en la historia del país, simbolizando la lucha por la soberanía nacional y el rechazo a la presencia estadounidense en el territorio panameño. Este acontecimiento se conmemora anualmente como el Día de los Mártires, en honor a los jóvenes y ciudadanos que perdieron la vida durante las manifestaciones que buscaban izar la bandera panameña en la Zona del Canal.

La gesta fue impulsada por el deseo de los panameños de reivindicar su soberanía sobre la Zona del Canal, un área que había sido controlada por Estados Unidos desde el Tratado Hay-Bunau Varilla en 1903. La provocación inicial fue el izado de la bandera estadounidense en Balboa, lo que generó indignación entre los estudiantes y ciudadanos panameños.

El 9 de enero, un grupo de estudiantes del Instituto Nacional, liderados por Guillermo Guevara Paz, marcharon hacia Balboa con la intención de izar la bandera panameña. Este acto pacífico se tornó violento cuando las fuerzas policiales estadounidenses respondieron con represión. El enfrentamiento resultó en 22 muertos y más de 500 heridos.

La reacción a los eventos fue masiva. La población se unió a los estudiantes en protestas, lo que llevó a una escalada de violencia entre los manifestantes y las fuerzas estadounidenses.

Este evento fue un catalizador para futuras negociaciones sobre el Canal de Panamá, incluyendo los Tratados Torrijos-Carter, que finalmente llevaron a la devolución del canal a Panamá en 1999.

La gesta ha sido recordada como un símbolo de resistencia y patriotismo. Cada año, se realizan conmemoraciones para honrar a los mártires y reflexionar sobre la importancia de la soberanía nacional.

El conflicto también expuso las tensiones entre diferentes clases sociales en Panamá, donde jóvenes estudiantes y trabajadores se enfrentaron a una clase dominante que se alineaba con intereses estadounidenses.

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