El primer caso de fiebre de Oropuche se registró en noviembre del año pasado. El virus se transmite principalmente a través de la picadura de jejenes infectados
Autoridades del Ministerio de Salud (Minsa) confirmaron un aumento de casos de fiebre de Oropuche conocido también como OROV, un microorganismo parecido al dengue con afectaciones similares, en la provincia de Darién, área fronteriza de Panamá con Colombia.
Esto encendió las alarmas de las autoridades de salud en el país, que han convocado una conferencia de prensa este martes para dar más detalles sobre este brote.
El jefe de epidemiología del Minsa, Blas Armien detalló que a finales de 2024 e inicios de 2025, se registró un aumento de casos de fiebre de Oropuche en esta región del país, de 58 muestras, 34 mostraron positividad al virus.
Los casos están distribuidos en las siguientes comunidades: Metetí 27; Yaviza tres, Río Iglesias dos; Lajas Blanca uno y hay un último caso por determinar. El grupo de edad entre los 40 a 49 años son los más afectados con una tasa de ataque del 87.5%.
Panamá registró en noviembre del año pasado el primer caso por fiebre Oropouche en un hombre de 31 años.
Los brotes de esta enfermedad han sido más frecuentes en la región de la cuenca Amazónica y ante el aumento de casos, desde febrero del año pasado la Organización Panamericana de la Salud emitió la alerta epidemiológica Oropouche en la región de las Américas.
Síntomas
La Fiebre Oropouche, es una infección febril causada por la picadura de los mosquitos Culicoides y Culex, conocido como “jejen”, que son moscas pequeñas también llamadas ceratopogónidos.
Posterior a un período de incubación de cinco a siete días, los pacientes infectados por el virus Oropouche experimentan fiebre alta repentina de hasta cinco días, dolor de cabeza intenso, debilidad extrema (postración), dolores articulares y musculares.
En algunos casos pueden aparecer intolerancia a la luz, mareos, náuseas o vómitos persistentes y lumbalgia.
Aunque las complicaciones graves son poco comunes, la enfermedad puede evolucionar hacia una meningitis aséptica que se manifiesta generalmente en la segunda semana de la enfermedad, lo que prolonga la recuperación por semanas.
Entre las medidas de prevención que se recomiendan a la población están: uso de repelentes, ropa que cubra piernas y brazos, y mosquiteros de malla fina, especialmente para grupos vulnerables.
Actualmente, no existen vacunas ni tratamientos antivirales específicos para la fiebre de Oropuche y el manejo de la enfermedad es sintomático, centrado en aliviar el dolor y rehidratar al paciente.
De presentar estos síntomas, se recomienda buscar atención médica porque la enfermedad se puede confundir con otras como el Dengue, Zika y Chikungunya.