Hemos sido capaces de administrar el Canal con manos de profesionales panameños, teniendo grandes ingresos para el progreso de nuestra nación.
Hoy, 25 de enero del 2025, se cumplen 70 años del Tratado de Mutuo Entendimiento y Cooperación entre la República de Panamá y los Estados Unidos de América, mejor conocido como el tratado Remón-Eisenhower.
Remón, al ganar las elecciones el 1 de octubre de 1952 y siendo el primer militar en asumir la presidencia de la República, impulsa una gestión de gobierno que muchos catalogaron como autoritario. Consciente de la incomodidad del panameño común con respecto a las relaciones con los Estados Unidos, para 1953 Remón acuña su famosa frase “Ni Millones Ni Limosnas, Queremos Justicia”, en un intento por cohesionar la opinión pública. Hoy día podemos apreciar esa frase en el arte del Parque Legislativo y una escultura de piedra con el rostro de Remón.
Remón coordina un amplio campo de expertos para reiterar la necesidad de hacer cambios al tratado de 1903, Tratado Hay-Bunau-Varilla, que empezó con una anualidad de $250,000 y posteriormente logró incrementarse a $430,000 que seguía con su influencia tan en detrimento de Panamá.
El 25 de enero de 1955, solo 23 días después del asesinato del presidente José Antonio Remón Cantera, se firma dicho Tratado por Ricardo “Dicky” Arias, segundo Vicepresidente, ya que al asumir la presidencia el primer vicepresidente José Ramón Guizado, el abogado Rubén Miró Guardia confesó en un juicio, la autoría del asesinato y acusó a Guizado como cómplice y autor intelectual del crimen.
Esa humillante anualidad, cambió con la dignidad de ser un pueblo libre y soberano, de frontera a frontera y de costa a costa.
Las exigencias de los panameños radicaban en cambiar las condiciones que consideraban una afronta al carácter nacional. Por ejemplo, las anualidades recibidas de las ganancias del Canal de Panamá eran ínfimas. También se solicitaba la implementación de igualdad de empleo para los panameños que trabajaban en el Canal; darle un impulso a la venta de productos panameños en la Zona del Canal; y, la más importante: la derogación del artículo III del Tratado Hay-Bunau-Varilla de 1903, que había concedido a Estados Unidos control sobre la Zona del Canal como si fuera soberana. A lo largo de las negociaciones, Remón utilizó instrumentos nacionales e internacionales, para aumentar la presión sobre el gobierno de Estados Unidos.
El tratado Remón-Eisenhower contiene 13 artículos que pueden ser resumidos de la siguiente forma:
- La anualidad que Estados Unidos pagará a Panamá se incrementa de $430,000 a $1,930,000.
- Los ciudadanos panameños que trabajan en la Zona del Canal tendrán que pagar impuestos a Panamá.
- Estados Unidos renuncia a tener control sobre la construcción, mantenimiento y funcionamiento de cualquier sistema de comunicación por medio de canal o ferrocarril a través de la Zona del Canal.
- Estados Unidos renuncia al control sanitario que ejercía sobre las ciudades de Panamá y Colón.
- Se establece que Estados Unidos podrá traspasar a Panamá, sin ningún costo, derechos y títulos de tierra ubicadas dentro del territorio nacional, siempre y cuando Estados Unidos determinen que esas tierras no sean necesarias para el funcionamiento y protección del Canal. Esto propició la entrega de Punta Paitilla.
- Se crean nuevos límites para la Ciudad de Colón.
- El muelle de la Isla Manzanillo pasa a Panamá.
- Panamá facilita áreas para el adiestramiento militar a los Estados Unidos (Río Hato).
- Panamá renuncia al servicio de transporte gratuito de su personal gubernamental y de la policía nacional, por el ferrocarril transístmico.
- Se establece que, en el evento que cesen las actividades del ferrocarril transístmico, los Estados Unidos podrán restringir el uso de la carretera transístmica.
- Personal militar no estadounidense, de paso por la Zona del Canal, podrá hacer compras en puestos de ventas de la Zona.
- Estados Unidos establece que todas las personas que no sean ciudadanos estadounidenses quedarán excluidas de comprar en los comisariatos de la Zona del Canal.
- Establece la vigencia del tratado Remón-Eisenhower.
Esa humillante anualidad, cambió con la dignidad de ser un pueblo libre y soberano, de frontera a frontera y de costa a costa. Hemos sido capaces de administrar el Canal con manos de profesionales panameños, teniendo grandes ingresos para el progreso de nuestra nación.
Soy muy consciente de que tenemos problemas que resolver entre los panameños, ejemplo de eso, la mejor distribución de las riquezas de forma equitativa, que se refleje en beneficio para toda nación, donde no aceptaremos más corrupción a todos los niveles, ni tampoco paternalismo y conformismo entre las masas, que solo lleva a la ignorancia y más pobreza.
Los problemas de los panameños, los resolvemos los panameños y no necesitamos injerencias de otras naciones.