La República de Panamá, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, presentó una queja formal ante el gobierno de Nicaragua, por lo que considera «un comportamiento inadecuado» por parte del expresidente panameño, Ricardo Martinelli, quien se encuentra en su sede diplomatica en nuestro país, en calidad de asilado.
La queja suscrita por el Canciller panameño, Javier Martínez Acha, le exige al gobierno nicaragüense que la permanencia del expresidente sea lo que, en efecto debe ser, «un asilo diplomático», y que la embajada del país centroamericano deje de ser la seda de reuniones con personas afines a su partido político, Realizando Metas.
«Le pedimos – al gobierno de Nicaragua – que por favor hiciese lo que siempre ha debido ser, en materia de asilo solamente, y no un foco de reuniones políticas», señaló Martínez Acha en la queja presentada ante el gobierno del presidente Daniel Ortega.
La Cancillería panameña considera que Martinelli ha violado flagrantemente la Convención de Asilo Diplomático, al realizar actividades políticas dentro de la sede diplomática nicaragüense con personas políticamente allegadas, además de emitir mensajes políticos y de otras actividades en redes sociales.
La posición del Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, representa un claro resquebrajamiento de la relación entre el presidente de la República, José Raúl Mulino, y Martinelli, vínculo que viene de hace muchos años, y que al calor de la situación en la que se encuentra el exmandatario, y con Mulino como mandatario del país, se ha ido deteriorando paulatinamente.
Debe recordarse que Mulino era el compañero de fórmula en la candidatura presidencial de Ricardo Martinelli para las elecciones de mayo de este año, en la que el Tribunal Electoral inhabilitó al expresidente debido a la condena de 10 años de prisión impuesta por blanqueo de capitales; de esta forma, Mulino se convirtió en candidato presidencial y posterior ganador de los comicios.