Los Yanquis de Nueva York quieren volver a la Serie Mundial el próximo año 2025; para eso, sus movimientos en la temporada baja están enfocados en ese objetivo.
En ese afán, enviaron al abridor zurdo Néstor Cortés a los Cerveceros de Milwaukee, a cambio del cerrador Devin Williams, una movida destinada a cimentar la posición de quien se encargue de hacer los tres últimos outs. Con un Clay Holmes muy dubitativo en las dos últimas temporadas, Nueva York ha conseguido a un cerrador de calidad, dos veces All Star, ganador del premio al Novato del Año en 2020.
Tras esto, adquirieron a Max Fried, un abridor de alta calidad, aunque propenso a las lesiones en las últimas temporadas. Su contrato a largo plazo garantiza a los Yanquis una sólida rotación con Gerrit Cole, Carlos Rodón y el dominicano Luis Gil, teniendo a Clarke Schmith como el quinto abridor.
La llegada de Cody Bellinger procedente de los Cachorros de Chicago en cambio por Cody Poteet, hace que los Yanquis se olviden de las fallidas gestiones por retener al dominicano Juan Soto, recibiendo en cambio a un pelotero de 29 años de edad, que si bien ha tenido algunos altibajos, en la temporada 2024 recuperó bastante de la forma que le dio el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 2019.
Bellinger bateó para .266, con 18 cuadrangulares y 78 carreras empujadas este año, y de mantenerse sano, debe ser parte del núcleo ofensivo de los Yanquis, juntándose con Aaron Judge y Giancarlo Stanton; además, es un pelotero cuya versatilidad defensiva está más que comprobada, con gran eficiencia tanto en la primera base como en el jardín izquierdo.
En el primer cojín, se le considera un defensor de primer nivel, muy por encima del veterano Anthony Rizzo, quien se declaró agente libre a los 35 años, y Ben Rice, un novato que tiene poder, pero aún inexperto en lo defensivo. En el jardín izquierdo, su trabajo ha sido impecable. De esta forma, Judge se mantendría en el jardín central y el joven Jasson Domínguez optaría por defender la pradera derecha.