Según los datos estadísticos del último trimestre de 2022, en la ciudad de Colón se requirió la asignación de custodia policial en 10 instituciones educativas.
Previo al aumento de armas en escuelas primarias y secundarias de nuestro país, por ciertos alumnos, resulta sumamente alarmante para nuestra comunidad y autoridades educativas, en comparación con años previos. Por lo tanto, no hemos percibido la urgencia de sensibilizar a las instituciones relacionadas con la seguridad de los estudiantes.
Aunque el Ministerio de Seguridad está llevando a cabo un programa con los centros educativos, específicamente en el distrito de San Miguelito, a causa del abandono escolar, resulta imprescindible poner más énfasis en la seguridad a nivel nacional, mediante los programas que algunas entidades gubernamentales tienen para reducir estos flagelos que cada día se están intensificaresulta imprescindible poner más énfasis en la seguridad a nivel nacional, mediante los programas que algunas entidades gubernamentales tienen para reducir estos flagelos que cada día se están intensificando.
Según los datos estadísticos del último trimestre de 2022, en la ciudad de Colón se requirió la asignación de custodia policial en 10 instituciones educativas, debido a incidentes sucedidos en el colegio Rufo Garay. A lo largo del año electoral 2023, se han hallado 13 armas de fuego en distintas instituciones educativas del país, tales como en el sector Oeste, Panamá Centro, San Miguelito y Colón.
¿Cómo pueden las bandas delictivas haber traspasado el límite? ¿Qué están haciendo los padres de familia para proteger a sus hijos?
Nos cuestionamos, por ser humildes, ¿será que cada vez más familias se dedican al delito, al delito y al delito como forma de vida o modo de vida, y que no les importa involucrar a sus hijos? ¿Qué tipo de padres prefieren ver a sus hijos en el cementerio o en prisión por tener lujos? O, tal vez ya el alumno forma parte de alguna organización, debido a la condición económica en la que residen.
Esto me hace recordar una entrevista realizada a Maruja Gorday de Villalobos, ministra de Educación, a través de un medio local, en la que mencionó que han tenido que reubicar a estudiantes desde Panamá a Panamá Oeste debido a amenazas, las cuales han sido reportadas a las autoridades.
Estas amenazas se originan tanto de otros alumnos como del ambiente en el que residen, forzando a los jóvenes a emigrar. Y, no solo esos, pues numerosos alumnos se perciben inseguros en los centros educativos y optan por permanecer en sus hogares, lo que incrementa el peligro de retrasarse y dejar el colegio.
¿Cómo pueden las bandas delictivas haber traspasado el límite? ¿Qué están haciendo los padres de familia para proteger a sus hijos? No realizan un seguimiento diario, no inspeccionan la bolsa escolar, así como tampoco los teléfonos móviles, que creo que son una bomba atómica que está devastando a los niños y jóvenes, en particular. Y, en cuanto a los programas de televisión violentos que se emiten en momentos inapropiados, existe la posibilidad de que el Estado censure algunas ediciones de televisión y los progenitores tengan más cuidado con sus hijos.
Tenemos conocimientos de que existen ciertas instituciones que han colaborado con las autoridades de las escuelas y colegios, implementando estrategias de seguridad en los establecimientos educativos. Sin embargo, aún es necesario algo para evitar que nuestros alumnos se involucren en las delincuencias estudiantiles que son gestionadas por los propios narcotraficantes.
Observamos a diario las preocupantes cifras de deserción escolar en los colegios del distrito de San Miguelito, a pesar de que existe un plan estratégico que el Ministerio de Seguridad está implementando con otras entidades gubernamentales que están visitando los establecimientos educativos, dialogando tanto con los docentes como con los alumnos acerca de los riesgos presentes en las calles.
Como jóvenes, no deben dejar el colegio, ya que la educación es el mejor legado que sus padres pueden otorgarles, que no se dejen influenciar por aquellos que les prometen una vida más digna, lo cual no es verdad, ya que muchos de ellos acabarán en el cementerio o en una celda fría. La criminalidad no paga.
No deseamos que vuelva a suceder en ningún lugar del país otro homicidio como sucedió en la provincia de Colón, donde un alumno, al terminar su jornada escolar en el Rufo Garay, recibió múltiples disparos, dejándolo tendido en un autobús del área de Santa Rita.
Por lo tanto, reitero la necesidad de fortalecer la impartición de cursos o seminarios sobre Mediación Escolar y Resolución de Conflictos. Este es un enfoque que beneficiará a la comunidad educativa. Es un proceso duradero y eficaz que asegurará la seguridad y el bienestar de los alumnos tanto en los centros educativos como en sus hogares. Solo se requiere la disposición de los representantes del Ministerio de Educación para incorporar este método como materia en los colegios.