Entendiendo el impacto laboral de la mina

Según el Informe de Resultados Preliminares Básicos de la Encuesta de Mercado Laboral, 2024 publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), el pasado 16 de diciembre, se perdieron 54,107 empleos formales no agrícolas durante los 14 meses comprendidos entre agosto 2023 y octubre 2024 (Cuadro N° 3), comportamiento consistente con una caída súbita de la demanda, como ocurrió en el 2020 (pandemia).

Esta es la mayor contracción de empleo formal desde la crisis del COVID-19, y confirma que el impacto laboral del cierre de la mina fue muy superior, en severidad y alcance, al originalmente estimado.

El 17 de abril 2024, la entonces ministra de Trabajo y Desarrollo Laboral (MITRADEL), Doris Zapata, señaló que el cierre minero ocasionó un aumento del 1.5% en la tasa del desempleo, lo cual representaba la pérdida de 31,413 empleos formales. 

Más allá de la discusión de los factores que dieron lugar al evento, el “shock” ocurrió. Al margen de las preferencias personales pro o antimina, es preciso analizar objetivamente sus repercusiones económicas y laborales, máxime cuando la evidencia estadística deja pocas dudas.

Demanda, inversión y empleo

La generación de empleo privado es inducida por dos factores, demanda e inversión. Si hay demanda e inversión se genera empleo formal, mientras que consumo sin inversión genera informales. Simple. 

Según el INEC, entre agosto 2013 y agosto 2023 se perdieron 25,705 asalariados privados, al tiempo que se agregaron 77,234 funcionarios y 235,480 nuevos informales a la economía.

Cada trabajador formal del sector privado que perdió su empleo en esa década fue reemplazado en la economía por 3 funcionarios y 9 informales, síntoma de un severo proceso de precarización y estatización del empleo en la economía panameña, producto del deterioro de la confianza en el clima para la inversión privada en sectores clave.

En agosto 2023 había prácticamente la misma cantidad de asalariados privados (853,938) que en agosto 2012 (853,663), y entre agosto 2023 y octubre 2024 desaparecieron 54,107 empleos formales no agrícolas. 

Finalización de Ampliación del Canal, primer referente histórico

En julio 2012, el Banco Mundial publicó un Informe titulado “Mejores empleos en Panamá: el rol del capital humano”, donde señaló que cada $1 gastado en la expansión del canal generó $0.64 de demanda interna, particularmente de construcción, y $0.36 en compras de bienes de capital (página 11).

Con una inversión de unos $5,500 millones en los 6 años de duración aproximada del proyecto, la Ampliación generó demanda interna de unos $600 millones anuales en otros sectores de la economía, estímulo que desapareció, pero fue parcialmente compensado por el aumento de los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED), de $3,400 millones anuales (2009-2014) a $4,400 millones (2014-2019), según cifras del INEC.

Con la culminación de los trabajos de Ampliación ($5,500 millones de inversión) se perdieron 64,571 empleos, de los cuales, 21,559 (33%) fueron indirectos e inducidos, en agricultura, industria, comercio, actividades profesionales y técnicas.

La operación minera representaba aproximadamente $1 mil millones anuales de compras a otros sectores, según estimaciones del Consejo Empresarial del Sector Privado (noviembre 2024), cuyo espectro alcanzaba a 22 sectores económicos.

La pandemia, segundo referente

La reducción de los $600 millones anuales de compras del Proyecto de Ampliación a otros sectores fue gradual y coincidió con un aumento de flujos de IED, posterior a la finalización de los trabajos.

Quedaba entonces por medir el impacto de la reducción súbita de la demanda de $1 mil millones anuales, combinada con la fuerte desaceleración de los flujos de IED, de $3,921 millones en el 2019 a $2,014.6 millones en el 2023. Y sólo hay un referente de este tipo de shock económico, la pandemia.

Según el INEC, entre agosto 2019 y septiembre 2020 el sector privado perdió 363,920 trabajadores formales. A pesar de que en el 2021 comenzó a recuperarse el empleo formal luego del repentino “shock” económico de la pandemia en el 2020, entre agosto 2019 y octubre 2021 se contabilizó una pérdida de Población Ocupada No Agrícola formal de 133,457 trabajadores. 

Los 54,107 empleos formales no agrícolas perdidos entre agosto 2023 y octubre 2024, son el efecto directo del cierre abrupto de la mina, la eliminación repentina de $1 mil millones de demanda en otros sectores de la economía y la consecuente eliminación de empleos directos, indirectos e inducidos. La evidencia es clara, contundente, concluyente, oficial y perfectamente verificable.

CSS y crisis de “chen chen”

El principal “enemigo” del Programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja del Seguro Social (CSS) es la explosión de informalidad laboral, por lo que la súbita pérdida de 54,107 empleos formales no agrícolas es una pésima noticia.

La actual “crisis de chen chen” guarda DIRECTA relación con el cierre de la mina y la pérdida del Grado de Inversión. Si sumamos $1 mil millones menos de compras anuales a otros sectores de la economía, $2,700 millones menos de financiamientos bancarios al sector productico y $1,900 millones de menos IED, tenemos un “déficit de chen chen” de unos $5,600 millones para alcanzar los niveles de empleo de la prepandemia.

A corto plazo, urge repotenciar los financiamientos bancarios al sector productivo, ya que recuperar los $1 mil millones de compras a la economía y los flujos de IED llevará tiempo.

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