Texto y fotos: Orlando Acosta Patiño
Diciembre 2024
Este 31 diciembre de 2024 el Canal de Panamá cumple 25 años en manos de la administración panameña, evento que marca un hito importante en la historia reciente de nuestro país. Panamá y el Canal siguen siendo un asunto de importancia geopolítica que ha desafiado más de 500 años de historia de comunicación interoceánica. El recorrido y evolución de la ruta transístmica recorre una interesante secuencia de ideas y acciones que viene transformando el territorio y la identidad de la sociedad panameña. El cruce de los mares es una secuencia de tecnologías de transporte que ha cambiado las condiciones de Panamá y de ésta con el mundo. Es en este contexto que vale la pena colocar la visión y las contribuciones olvidadas de Fray Tomás de Berlanga y el Canal de Panamá, tema que prometimos desarrollar ahora.
La idea de la posibilidad de una comunicación entre los mares la imagina Fray Tomás de Berlanga una vez llega a las costas de Tierra Firme y la mirada contrastante de la tierra de Soria y el entorno tropical fue de sus impresiones documentadas. Es el año de 1534 cuando desembarca en el puerto de Nombre de Dios, camino a Panamá y sobre la cual comenta:
“Esta ciudad se halla en la costa orientada de levante o poniente en medio de un gran bosque. Es un lugar malsano, especialmente en invierno por el gran calor y la humedad de la tierra, así como por un pantano que la ciñe por un sector de poniente…en ella viven solo 15 ó 20 mercaderes, que tienen también casa en Panamá, y aguantan tanto allí que se han hecho ricos. En la banda del norte está el puerto, que tiene capacidad para muchos barcos” (Figueres Vallés, 2020).
Ya menciona el religioso dominico de la existencia de la primera ciudad fundada a orillas del Pacífico, del movimiento comercial y de la existencia de la comunicación por el Istmo y que la misma tomaba forma a través del Camino Real. Llega, viajando a través del Istmo, Fray Tomás de Berlanga a ciudad de Panamá a finales del mismo año de 1534 a escasos 15 años de su fundación. La describe como una ciudad en “plena efervescencia” e identifica su fuerte relación con el Perú, documentando que hacía menos de un año que Hernando Pizarro había hecho pasar el quinto real del fabuloso tesoro del rescate del inca Atahualpa, desde los territorios del Perú hacia España vía Panamá. Ya para esas fechas estaban en operación las dos rutas de comunicación terrestres que comunicaban las ciudades de Nombre de Dios, Portobelo y Panamá y articula el comercio colonial.
Fray Tomás de Berlanga propone al Rey Carlos V en sucesivas misivas el traslado de la ciudad de Nombre de Dios a la desembocadura del río Chagres o Río de Los Lagartos, identificando la navegabilidad del río. Propone al Rey, en carta fechada para 1540 utilizar el rio Chagres, abrir un camino paralelo a Venta de Cruces, hasta Panamá, quedando de esta forma el Istmo de Panamá unido entre los dos mares complementando la ruta con un camino carretero.
La ruta propuesta por el fray dominico pasaría desapercibida y posteriormente reflejada en el alineamiento y construcción del ferrocarril en 1855, y recorrido actual del Canal de Panamá. La de Fray Tomás de Berlanga y la capacidad de percibir la realidad y la geografía quedaría entonces vinculada de manera indeleble a la ruta del Canal de Panamá. Sin saberlo, el uso de las aguas del río Chagres para la navegación sería el principal recurso para el desarrollo de la propuesta tecnológica en el siglo XX.
Fray Tomás de Berlanga vive en Panamá como cuarto obispo por diez años. Durante este tiempo no solamente represente el más alto cargo de la primera diócesis en Tierra Firme, sino que resuelve conflictos administrativos entre Chile y Perú. Durante esta misión, y desviado por corrientes marinas, da a conocer el hoy archipiélago de las Galápagos, nombre que también le otorga el Dominico, en funciones del Obispado de Panamá. Recordemos que posteriormente Charles Darwin, en visita y observación de la fauna de esta isla, formula su teoría de la evolución de las especies. A Fray Tomás de Berlanga también se le reconoce la introducción del plátano a América desde las islas Canarias, no sin olvidar el origen de esta especie vegetal desde Asía, vía Madagascar y luego al Nuevo Mundo.
Un elemento interesante para destacar sería considerar los aportes y la visión del Fray Dominico como argumento de peso para robustecer la propuesta que hace Panamá ante la Unesco para el reconocimiento de la Ruta Colonial Transístmica en la inclusión como Patrimonio Mundial. Nos atrevemos a proponer e impulsar una propuesta de “hermanar” las ciudades de Panamá con la de Berlanga de Duero, como un reconocimiento a la visión y aportes del Fray Dominico.
Como líneas finales sobre Fray Tomás de Berlanga y el cocodrilo de 3.2 metros que cuelga sobre los muros de la colegiata de Berlanga de Duero es importante mencionar que no se ha encontrado referencia sobre la llegada del saurio a tierras de Duero, al menos lo afirma la biógrafa del dominico Figueres Vallés. No obstante, en Berlanga de Duero vive en el imaginario popular la llegada del animal vivo a tierras de Soria de la mano del mismo Fray Tomás de Berlanga; así como el resultado de la iconografía de fauna tropical y las representaciones que hoy existen en el coro de la iglesia y que aludimos en la entrega anterior.
El Canal de Panamá e imaginar la comunicación entre los mares habita en las mentes observadoras de hombres universales como Fray Tomás desde el siglo XVI hasta nuestros días. La acometida de unir dos cuerpos de agua salada con agua dulce del río Chagres -o río de Los Lagartos- sigue siendo un hito único y referencia excepcional entre los canales del mundo. Destaca en lo popular la permanencia en el imaginario colectivo en un pueblo de Soria la silueta y el saurio que cuelga en la colegiata de Berlanga de Duero.
Con estas letras hacemos tributo a su memoria, a su legado, al río y al lagarto y que lo une de manera indeleble a las aguas del río que más tarde sería el medio para la conexión entre dos mares. Queda finalmente abrir la investigación, educar y posicionar la influencia y aporte de hombres como Fray Tomás de Berlanga en el imaginario local, más allá de la iconografía que forma parte de la obra pictórica sobre la cúpula de la sacristía de la Catedral Santa María la Antigua en ciudad de Panamá del artista multidisciplinario, Aristides Ureña Ramos. Lo propuesto sería una forma de reafirmar elementos de identidad y hacer tributo justo a quien una vez fue cuarto obispo de Panamá y quien imaginó un Canal por Panamá.
Fotos cedidas por Fundación Aristides Ureña Ramos
Cúpula de la sacristía de la catedral Metropolitana de Panamá en Casco Antiguo, ciudad de Panamá.