Entramos en la recta final de 2024 y hay decisiones claves que tomar. Y no se trata de caprichos, sino del futuro de la economía del país. Ya la calificadora Fitch Rating nos quitó el grado de inversión y Standar and Poors y Moody’s nos tienen a un paso de hacer lo mismo. Esa decisión pasa por decidir qué haremos con la Caja de Seguro Social y con la minera. No importa si usted está a favor o en contra de la ley de la Caja o de la mina; lo que sí es importante es que el quitarnos o mantenernos ese grado de inversión depende de estos dos temas. Y perder el grado de inversión es tener préstamos más caros en hipotecas, tarjetas, personales, etc; es decir, un duro golpe a la economía. La Caja es ahora responsabilidad plena de los diputados y la mina del Ejecutivo. No es momento para politiquería, sino de pensar con cabeza fría. Cualquier decisión nos afectará a unos y a otros; el asunto es cuán maduros somos para decidir sin que nos contamine esa politiquería. Las elecciones son dentro de varios años y no estamos para atentar contra la economía del país solo por causar un daño al gobierno de turno. La decisión que tomemos tiene que ser con cabeza fría y asumiendo las consecuencias. ¡Así de simple!
Editorial escrito por el periodista Gerardo Berroa Loo