Con prudencia

El mundo en su metamorfosis está dando sorpresas y lo peor de todo es cuando no se tiene una lectura clara de lo que sucede en el horizonte. Panamá es un lugar estratégico y cualquier país poderoso necesita de su control para completar sus planes geopolíticos. Estados Unidos por años controló el paso por esta ruta marítima y aérea, pero luego descuidó su «patio trasero» y China los «madrugó». Con su Ruta de la Seda, China logró que Panamá rompiera con Taiwán, pero además logró que el gobierno de Varela le otorgara un lote en Amador, en plena entrada del Canal, para construir su embajada. Pero eso fue muy lejos y despertaron al coloso del norte que de inmediato protestó, logrando presionar para que eso se revirtiera. El simbolismo del poder chino se materializó con la inauguración de la ampliación del Canal, cuyo primer tránsito fue de un barco chino. Estados Unidos ahora quiere forzar a Panamá a sacudirse de los chinos que ya tienen puertos gigantescos en Perú, Cuba y los dos más importantes en ambas entradas del Canal, cuya propiedad pertenece a una empresa que nació en Hong Kong. Panamá tiene que ser muy prudente e inteligente en este juego de gigantes, porque en «pelea de elefantes la que sufre es la hierba». En Canal no es de China ni será otra vez de Estados Unidos y de esta guerra geopolítica Panamá tiene que reiterar al mundo que somos un país de servicio y la neutralidad es nuestra fortaleza. No podemos ceder ni ante China ni ante Estados Unidos. Tenemos que unirnos como país para enfrentar esta arremetida. No es el momento para divisiones o políticas de malvavisco. ¡Así de simple!

Editorial escrito por el periodista Gerardo Berroa Loo

Comparte esta Noticia