En un giro sorprendente de los acontecimientos, el presidente sirio Bashar al-Assad ha sido derrocado tras más de una década de conflicto brutal, marcando un momento trascendental en la historia moderna de Siria. La caída del régimen, que ha dominado el país desde principios de los años 1970, llegó en una ofensiva relámpago liderada por grupos rebeldes que tomaron el control de las principales ciudades sirias en apenas 11 días.
El protagonista de la revolución
Abu Mohammad al-Jolani: el líder detrás de la ofensiva
El rostro visible de esta revolución es Abu Mohammad al-Jolani, líder de Hayat Tahrir al-Sham, un grupo islamista que anteriormente mantenía vínculos con Al Qaeda. A sus 42 años, al-Jolani ha pasado de ser un actor poco conocido a convertirse en el principal protagonista del cambio político en Siria.
Nacido como Ahmed Hussein al-Shara en Arabia Saudita, al-Jolani tiene una historia marcada por el activismo y la resistencia. Tras pasar años en prisiones estadounidenses en Irak y formar parte de grupos de oposición, ha logrado lo que parecía imposible: derrocar al régimen de al-Assad.
La ofensiva relámpago
La revolución comenzó el 27 de noviembre, cuando Hayat Tahrir al-Sham lanzó una sorprendente ofensiva desde la provincia de Idlib. En cuestión de días, los rebeldes tomaron ciudades estratégicas:
- Alepo, la ciudad más grande de Siria
- Hama
- Homs
- Damasco
La caída de estas ciudades reveló la fragilidad del régimen de al-Assad, que se desmoronó sin oponer una resistencia significativa.
Reacciones internacionales
Tanto Rusia como Irán, aliados históricos de al-Assad, adoptaron una postura sorprendentemente diplomática. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso confirmó la salida de al-Assad, mientras que Irán declaró que la decisión sobre el futuro de Siria corresponde exclusivamente a los sirios.
La caída del régimen trajo consigo momentos de profunda emoción para muchos sirios. La liberación de prisioneros políticos de la tristemente célebre prisión de Sednaya se convirtió en un símbolo de esperanza y libertad.
Walaa Salameh, una residente de Damasco de 35 años, expresó el sentimiento de muchos: «Nuestros corazones bailan de alegría. No podemos predecir el futuro, pero lo más importante es que nos hemos librado de este régimen opresivo».
El futuro incierto de Siria
A pesar de la celebración, persisten importantes interrogantes:
- ¿Quién gobernará Siria?
- ¿Podrá al-Jolani unir a los diferentes grupos y facciones?
- ¿Qué papel jugarán las minorías religiosas?
El analista Jerome Drevon lo compara con el momento de Volodymyr Zelensky en Ucrania: «La pregunta es si Jolani puede lograr la transformación de líder de guerra a estadista».
Contexto Histórico
Esta revolución tiene sus raíces en la Primavera Árabe de 2011, que en Siria comenzó con un grafiti anónimo en Deraa que decía: «Te llegó el turno, doctor», en referencia a al-Assad, quien era médico de profesión.
La caída de Bashar al-Assad representa el fin de una era de represión y conflicto. Sin embargo, el camino hacia la estabilidad y la reconciliación será largo y complejo. Los sirios esperan que esta transformación signifique el inicio de una nueva etapa de libertad y posibilidades.
El futuro de Siria está por escribirse, y los ojos del mundo observan con expectativa cómo se desenvolverán los acontecimientos en este país que ha sufrido tanto durante más de una década de guerra civil