La medida incluye minerales como el galio, germanio, antimonio que son esenciales para la producción de semiconductores y uso militar
China implementó una prohibición significativa sobre la exportación de minerales críticos a Estados Unidos, lo que intensifica las tensiones comerciales entre ambas naciones. La medida se produce un día después de que el gobierno de Joe Biden ampliara las restricciones a la venta de tecnología avanzada estadounidense al gigante asiático.
Ante esto, el Ministerio de Comercio de China informó en un comunicado que se detendrían de forma “inmediata” las ventas a Estados Unidos de galio, germanio, antimonio y los materiales superduros, los cuales son esenciales para diversas aplicaciones tecnológicas y militares. De igual forma, la supervisión de grafito estaría sujeta a una revisión más estricta.
Esta prohibición se considera una respuesta directa a las restricciones impuestas por Estados Unidos en el sector de los semiconductores, donde el país norteamericano ha limitado el acceso de empresas chinas a tecnología avanzada.
La decisión de China se basa en preocupaciones de seguridad nacional y busca proteger sus intereses estratégicos en un contexto de creciente rivalidad tecnológica.
Estos minerales son fundamentales para la fabricación de semiconductores, tecnologías infrarrojas, cables de fibra óptica y baterías para vehículos eléctricos.
Por ejemplo, el galio y germanio son cruciales en la producción de semiconductores. En tanto, el antimonio, se emplea para municiones y diversas aplicaciones militares.
China es responsable de una parte significativa de la producción global de estos minerales. En 2024, controló aproximadamente el 98.8% de la producción refinada de galio y el 59.2% del germanio. Además, el país produjo el 48% del suministro mundial de antimonio en 2023.
Reacciones y consecuencias
La Casa Blanca ha indicado que está evaluando estas nuevas restricciones y considera tomar las medidas necesarias en respuesta. La prohibición también podría afectar a otras industrias fuera del ámbito militar, dado que los minerales involucrados tienen aplicaciones amplias en sectores como la electrónica y las energías renovables.
Este desarrollo es parte de un patrón más amplio donde ambos países han estado imponiendo restricciones mutuas que afectan las cadenas globales de suministro. La escalada reciente sugiere que China podría considerar expandir estas restricciones a otros minerales críticos, como el níquel y el cobalto, lo que podría tener un impacto aún mayor en las industrias occidentales.