Violencia contra la mujer, un flagelo que cobra más víctimas

En Panamá, las mujeres víctimas de todas las formas de violencias, dentro y fuera del hogar, se encuentran protegidas por la Ley, independientemente de su estatus migratorio.

De acuerdo con cifras del Ministerio Público, hay un aumento del 31% de los casos de femicidios en el país en comparación al año anterior

Cada 25 de noviembre, se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer, con el objetivo de visibilizar, prevenir y erradicar este problema que cada año cobra la vida de cientos de mujeres en el mundo.

La violencia no solo se manifiesta de forma física, sino también sexual, psicológica, cultural, política y económica.

Panamá, no escapa de esto. Decenas de mujeres continúan siendo víctimas de violencia por su círculo cercano y lamentablemente, muchas han perdido la vida a mano de aquella persona que una vez juró amarla y protegerla. La mayoría de los femicidios, ocurren dentro del hogar de las víctimas.

El caso más reciente se registró el domingo 17 de noviembre en Darién, una mujer de 49 años fue asesinada y en este caso está señalado un miembro del Servicio Nacional de Fronteras como responsable.

De acuerdo con cifras del Ministerio Público, de enero a octubre se han registrado en el país 17 femicidios y dos tentativas de femicidio en el país.

De ese total de casos, seis de las víctimas fueron asesinadas por arma blanca, cuatro por arma de fuego, tres aún sin determinar, dos por asfixia mecánica, una murió quemada y una por objeto contundente.

Estas estadísticas revelan un aumento del 31% más que el año anterior, que se registraron 13 femicidios y 16 tentativa de femicidio.

La mayoría de las víctimas fallecidas están entre 18 a 29 años, pero cifras del Ministerio Público también revela una víctima menor de edad entre 0 a 4 años.

Estos femicidios se han registrado en regiones de Bocas del Toro, Chiriquí, Coclé, Colón, Panamá, San Miguelito, Panamá Oeste y Veraguas.

Cicatriz física y psicológica

Para conmemorar fecha, el Ministerio de la Mujer realizó este fin de semana diversas actividades y volanteo.

El domingo, en su homilía monseñor José Domingo Ulloa, hizo un llamado a defender a los jóvenes y mujeres contra todo tipo de violencias. “Este 25 de noviembre es un día para reflexionar, pero también para, de una vez por todas, acabar con este flagelo que es la violencia contra la mujer, la cual no se puede callar ni normalizar”, dijo monseñor Ulloa.

Para la psicóloga, Erika Perdomo, toda clase de violencia afecta profundamente la salud de las víctimas, provocando desde lesiones físicas hasta trastornos de salud mental, como ansiedad, depresión y estrés postraumático.

Salir de un ciclo de violencia no es sencillo debido al miedo, el estigma social y la dependencia económica. Por ello, el acompañamiento integral es esencial. Es necesario fomentar redes de apoyo, atención psicológica especializada y vías seguras para denunciar.

Asimismo, es fundamental educar a la sociedad para identificar las señales de violencia y actuar. El 80% de las víctimas no presenta cicatrices visibles, pero las marcas emocionales son devastadoras.

Por su paparte, la ministra de la Mujer, Niurka Palacio, motivó a los jóvenes que sean protagonistas, transformadores para erradicar este flagelo de la violencia contra la mujer y ser esa generación del cambio.

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