La lógica es simple: donde hay un problema, hay que buscar la solución. En los últimos decenios, la población ha crecido considerablemente en el área oeste, al punto que la transformaron en provincia. El asunto es que ninguna autoridad ha resuelto el problema que ese crecimiento poblacional ha experimentado. Problemas de agua potable y problemas de transporte, este último por incongruencias en la administración política del país. Por ejemplo, aunque los colonenses se merecían y merecen la conexión de su litoral Atlántico (Costa Abajo de la provincia), la necesidad real de un nuevo puente sobre el Canal estaba entre la ciudad de Panamá y Arraiján. Pero se construyó el del Atlántico primero. Luego se anunció con bombos y platillos la construcción del cuarto puente, pero como se lo ganó una empresa china, quedamos a expensas de lo que nos dijeran los gringos y aquí estamos: aún sin puente y la gente exigiendo a gritos la obra. Y como ya teníamos trazada la nueva línea del Metro, entonces decidimos construir un túnel por debajo del Canal y el puente que esperara. Pero lo más ilógico fue que decidimos construir un corredor de playa que terminó siendo “la panza de una culebra cuando se traga un conejo”, es decir, empieza con cuatro vías, se amplía a ocho y luego se achica nuevamente a cuatro vías. ¡Cualquiera sabía que eso era tranque garantizado! En pocas palabras, en lugar de buscar una solución creamos un problema mayor. Hay un nuevo gobierno y un nuevo ministro del MOP. Es mejor que busquen una solución rápida, para evitar que el problema aumente. ¡Así de simple!
Editorial escrito por el periodista Gerardo Berroa Loo