¿Te dejas llevar por la presión de tener todo perfecto para Navidad?, recuerda que la salud mental y física luego de los 50, es mucho más frágil. ¿Sientes que te estallará la cabeza, porque no has encontrado el regalo adecuado? ¿No te ayudan en casa con la decoración del hogar? El mal humor es una emoción normal, incluso expresarla es saludable; transfórmala en algo positivo. Esta, de manera descontrolada, puede dañar tu salud y tu familia.
¿Qué tal si pones en práctica un par de consejos para controlar estas emociones?
Toma un aire antes de responderle a alguien que te saca la piedra.
No es nada fácil controlarnos cuando se da una situación como la que me pasó en días pasados: entré a un local X y solicité un artículo que había visto en promoción en una red social; la dependiente me replica que ya se había agota el artículo, uno de los cuales vi en la vitrina. Le pregunté que si me podía vender ese a lo que ella respondió que no, puesto que ellos cambiaban vitrinas una vez a la semana, que si yo deseaba el articulo debía volver el siguiente martes…¡Se imaginan!, me puse roja cual tomate. Tomé un aire para no decir algo inadecuado y ordenar mis pensamientos; ya en calma, decidí hacerle saber a la joven que su actitud no denotaba una buena política de venta.
Tómate un momento para ti.
Necesitamos esos momentos en los que es imprescindible mimarnos, ser un poco egoístas, pues estos días regularmente son para cumplir las necesidades y expectativas de todos en el hogar, menos del organizador. Tómate un break, especialmente cuando sientes que el estrés te sube a la cabeza, ve a un spa, practica taichi, escucha tu música favorita, compra algunas esencias de aromaterapia, que te produzcan relajamiento…en fin, no permitas que tus fiestas inicien con malas vibras.
Todo tiene solución.
Te encontrarás situaciones en situaciones en las piensas que no podrás tener x o y cosa lista a tiempo, y que el mundo se te viene encima. Te sugiero que te alejes del problema y busques la solución. En ocasiones nos cegamos por el malestar que nos produce lo que no podemos resolver y olvidamos que estos días son para celebrar en familia. Si pierdes el control, porque la entrega no llegará a tiempo para tener el perfecto outfit, intenta enfocarte en todo lo positivo que tienes: salud, estabilidad económica, un techo y tus seres queridos a tu alrededor; trata de buscar las soluciones viables al problema que se te presente en estos días y no olvides que hay situaciones fuera de nuestras manos.
Pide ayuda.
Solemos ser “toderos”, o sea, que hacemos de todo: preparamos la cena de Navidad, mientras envolvemos los regalos y terminamos la decoración del árbol. Nos cuesta pedir ayuda y guardamos rencor por sentirnos solos en estas tareas o menospreciados cuando no nos ofrecen ayuda. Muchas veces creemos que lo tenemos todo controlado y cuando se da una situación que nos saca del carril, tendemos a estallar; has una lista de labores para todos en casa o en el trabajo.
No olvides de disfrutar tu tiempo y espacio con los tuyos en esta hermosa época del año y no permitas que el estrés, que muchas veces nos generamos nosotros mismos, empañen estos días.