Articulando una práctica colaborativa

Por Liz Lasso

un grupo de estudio desde la performance.


Flore (Panamá, 1996) es un artista que trabaja con el cuerpo, la espiritualidad y la memoria, utilizando elementos naturales, rituales y simbólicos que forman parte de su identidad y de la cultura poscolonial. A través de la fotografía, el performance y la experimentación con materiales, explora formas de autoría y trabajo colaborativo, difusas y experimentales.
En esta conversación, hablamos sobre una convocatoria actualmente abierta en la que propone sostener un espacio para el encuentro a través de la práctica performática. Para inscribirse a la convocatoria solo deben enviar una carta de motivación a floremanor@gmail.com

Vista de sala de Fuego de luz perpetua durante el performance cuerpo presente de Flore.

Fotografía: Edivia Sanjur


Liz: Creo que desde que hicimos el proyecto expositivo Fuego de luz perpetua no hemos hablado mucho de lo que estamos trabajando. Me encantaría entender más sobre la convocatoria que sacaste para el Grupo de Investigación y Estudio Experimental del Performance. ¿De dónde nace la idea?
Flore: El grupo nace a partir de la observación de las carencias de espacios de estudio para artistas en Panamá y la posibilidad de crear espacios a través del apoyo comunitario, sin la necesidad de involucrar una institución. Busco incentivar la autogestión de los artistas; yo siempre me he autogestionado y me encanta estar así. No es un formato de colectivo, pero sí un grupo para compartir mis herramientas y que los que estén también puedan compartir las suyas; para que podamos estar juntos y trabajar tanto de forma individual como grupal.
Liz: Me parece importante que quieras proponer un espacio entre artistas en el que se pueda explorar otras formas de creación conjunta, especialmente porque no hay oportunidades en instituciones académicas para artistas interesados en trabajar con lo contemporáneo. Me gusta que, aunque tu motivación principal es el estudio, hayas decidido utilizar el performance como vehículo. ¿Por qué crees que el performance es la herramienta con la que quisieras desarrollar este espacio?
Flore: El performance es el contacto más directo con el cuerpo y con el ser, parte de ti, pero te puede llevar a otras cosas. Con él se puede rescatar el cuerpo, la mente, el compartir… siento que la performance te lleva directamente a procesar con tu cuerpo, tu mente y tu ser. Es un espacio que te ayuda a crear, aprender e intercambiar en total libertad. No hay parámetros claros que rijan el performance, no tiene muchas reglas, o al menos no las conozco. Yo sé que solo con tener tu cuerpo y tu mente, puedes hacer una performance.
Liz: ¿Para quién diriges el programa?
Flore: A todo el mundo. Principalmente a personas que practican las artes, pero realmente quiero que todo se maneje desde la libertad y que esto pueda ser una primera experiencia para quienes no se han atrevido a hacer performance anteriormente.
Liz: He notado que buscas formas de colaborar con otros artistas y, de cierta forma, trabajar en colectivo. Por ejemplo, este año realizaste la instalación Mi lugar seguro, que tenía textiles de Victoria Rojo, y el performance In carnare, donde juntaste a diversas personas a participar en un performance. Creo que estás en una búsqueda constante de formatos diferentes de colaboración.
Flore: Siempre lo he dicho, siempre. Mi trabajo ha sido siempre colectivo. Si quiero crear una obra desde la materia prima, ya estamos trabajando en colectividad. ¿Me explico?
Liz: Sí.
Flore: Yo soy un canal, simplemente para concluir cosas en comunidad. He sentido que hay algo muy grande en ello. Las experiencias que he tenido, cómo la gente se siente, cómo la gente está abierta a la comunidad sin saberlo, sin nada, desde la intuición. El pilar número uno de este proyecto es la intuición. Es de los más importantes, porque somos personas, no somos solo cuerpos. Tenemos mentes, tenemos almas, sentimos, tenemos aura, tenemos energía, vibramos, todo eso.
Liz: ¿Cómo ves esa intuición en la performance?
Flore: Performar siempre ha estado presente, la cultura misma es performática. Hay unos talleres en el grupo donde me gustaría que investigáramos ciertas manifestaciones. Por ejemplo en el Corpus Christi están los Parrampanes, una tradición en la que hombres se visten y se colocan máscaras de mujer, salen a la calle a bailar, a performar. Creo que hay una rica práctica performática en la cultura de Panamá que no está presente en los museos. Por medio de su estudio, desde lo intuitivo y lo lúdico, podemos acceder a un entendimiento mucho más complejo de nuestro contexto. Quiero que, para un taller, viajemos a Parita, nos vistamos de Parrampanes y salgamos a la calle a performar.
Liz: ¿Qué crees que pasa con lo performático en el día a día? Muchas veces en el medio estamos performando; vamos a las inauguraciones, los eventos y demás, quizás con un sentido de presión, de tratar de estar, de interés. Hay pocos espacios para que realmente hablemos o nos interesemos entre nosotros mismos como personas. Hay pocos espacios para que los artistas puedan estar juntos, compartir y ya.
Flore: Esto me parece muy importante. No quiero límites preestablecidos por una exposición, una galería, un gestor, un museo, un curador… Las puertas están totalmente abiertas. Esto es un grupo para que las personas estemos juntas, por medio del performance y la propuesta horizontal de ideas. No hay un fin, quiero que las personas simplemente utilicen su cuerpo en libertad, sin un espacio preestablecido.
Liz: La libertad es compleja ¿no crees? Estamos constantemente entrando en ambientes que marcan cómo debemos actuar. Los espacios vienen con normas; hasta los espacios que buscan una liberación más catártica tienen códigos de comportamiento. ¿Cómo entiendes tú las normas que pueden marcar la libertad del grupo?
Flore: Tengo una lista cerca de mí: intuición, trabajar las mentes y cuerpos, estudio pero no intelectual (me refiero a no desde pretensiones académicas), expresión desde el cuerpo y la memoria, estar todos juntos en la misma mesa, pensamiento crítico, movimiento corporal, juego y compromiso.
Liz: ¿Cómo te gustaría que fueran las sesiones?
Flore: Estoy tomando la iniciativa de convocar, pero quiero que las personas que forman parte del grupo creemos un sistema en el que todos podamos proponer ejercicios, dinámicas y gestos que formen parte del currículo. Sueño con crear un espacio no hermético, que pueda ir mutando según las necesidades del grupo, donde podamos imaginar, pero también accionar, y realmente estar presentes y conectados, acuerparnos, tomar los espacios y crear sin pretensión.

Flore (Panamá, 1996). Yo estoy aquí, 2022. Acrílico, barro, gesso, foam, pasteles, pintura en aerosol. 129 x 140 cm.

Fotografía: Edivia Sanjur.

Fuego de luz perpetua fue un proyecto expositivo independiente que se presentó en el estudio multiuso del Grupo Experimental de Cine Universitario de la Universidad de Panamá en el año 2024. El proyecto fue curado por Liz Lasso y participaron los artistas Flore (Panamá, 1996), Ana Lasso (Panamá,1996), Victoria Alegría (Panamá, 1996), Susana González Revilla (Panamá, 1982) y Gilberto Palma (Panamá, 1988).

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