Panamá rechaza acción de Venezuela de revocar custodia de Brasil de embajada argentina
El régimen de Nicolás Maduro alega que la sede diplomática es utilizada para planificar actividades terroristas
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino rechazó cualquier intento del régimen de Nicolás Maduro de violar la inmunidad de la sede diplomática argentina en Caracas, después de revocar la autorización otorgada a Brasil para proteger los intereses de Argentina en Venezuela.
“El derecho internacional público y su respeto absoluto es la única herramienta para la convivencia pacífica de los pueblos”, dijo el mandatario panameño.
La medida también rechazada por Argentina, Paraguay. En tanto Uruguay consideró que dichas acciones violentan la Convención de Caracas sobre Asilo diplomático de 1954 y la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961.
Panamá rechaza de manera enérgica cualquier intento del régimen venezolano de violar la inmunidad diplomática a sede argentina en Caracas bajo custodia del gobierno de Brasil en gesto que lo distingue. El derecho internacional público y su respeto absoluto es la única herramienta…
— José Raúl Mulino (@JoseRaulMulino) September 7, 2024
Y es que este sábado, la dictadura de Maduro revocó la autorización a Brasil para proteger los intereses de Argentina en territorio venezolano, alegando una supuesta planificación de “actividades terroristas” de los refugiados en Argentina.
El régimen los acusó también de “intentos de magnicidio” contra Maduro y la vicepresidenta DElcy Rodríguez.
Ante esto, la Cancillería de Brasil dijo que permanecerá con la custodia y defensa de los intereses de Argentina.
Desde el viernes, varios refugiados que se encuentran en la embajada de Argentina en Venezuela aseguraron que policías asediaban la sede diplomática.
Entre los asilados se encuentra Magalli Meda, jefa de campaña de María Corina Machado refugiada desde el 20 de marzo. “Estamos sin electricidad y con los accesos a la sede tomados”, publicó en la red social X.
Para Luis Almagro, secretario general de la OEA, estas amenazas y acciones son completamente contrarias a derecho y no son aceptables de ninguna forma por la comunidad internacional.