Las repatriaciones forman parte del acuerdo firmado entre Panamá con Estados Unidos y este último país proporcionará los aviones
Con apoyo del gobierno de Estados Unidos, Panamá pondrá en marcha este martes el plan de inicio de repatriación de migrantes.
La medida busca devolver a sus países de origen a cientos de migrantes que a diario ingresan al país de forma irregular por la selva del Darién con destino a Estados Unidos y se encuentran varados en Panamá.
El propio presidente de la República, José Raúl Mulino confirmó la información en Univisión. En la entrevista el mandatario panameño reiteró que la frontera de Estados Unidos se encuentra en Darién, Panamá y no en Texas, ya que por esta es la ruta que utilizan miles de migrantes a diario para llegar a Estados Unidos.
Según cifras del Servicio Nacional de Migración, solo el año pasado, medio millón de migrantes cruzaron la selva del Darién para continuar su travesía por Centroamérica y llegar a suelo estadounidense.
El flujo migratorio irregular provocó una crisis humanitaria en el país, por lo que se tuvo que tomar medidas para frenarla. Panamá empezó a realizar pruebas biométricas, para determinar la identidad de las personas y descartar si tienen antecedentes criminales. Con estas pruebas el país ha detectado a terroristas, miembros de bandas, pedófilos, entre otros.
El presidente Mulino informó que dentro del proceso de depuración se han encontrado perfiles de afganos vinculados al terrorismo y personas vinculadas al narcoterrorismo internacional.
“Lo lamento en el alma, se porque muchos de ellos huyen. La crisis política de Venezuela está ahorcándolos (…) Los vuelos lo proporcionará Estados Unidos”, añadió.
Los viajes de repatriación forman parte del acuerdo que firmó Panamá con Estados Unidos el 1 de julio, el día de la toma de posesión del presidente Mulino.
El acuerdo deja en claro que Estados Unidos proporcionará los aviones sin costo alguno para Panamá.
El pasado 7 de agosto, Panamá repatrió 28 colombianos por considerarlos una amenaza para la seguridad colectiva. Este vuelo fue costeado por el gobierno pananeño.
A inicio de julio, el presidente Mulino ordenó el cierre de cinco pasos fronterizos con Colombia para frenar la migración ilegal. Además, se colocaron cercas de alambres de púas y serpentinas para cerrar las trochas de la frontera entre Panamá y Colombia.