Las coloridas y vibrantes celebraciones del carnaval inundan distintos puntos geográficos de Panamá. Durante cuatro días, el país entero se paraliza para rendirle tributo al Dios Momo. Sin embargo, a pesar de la innegable alegría que irradian estas festividades, el país aún no ha sabido capitalizar su potencial como imán turístico internacional, a diferencia de lo que ha logrado, por ejemplo, Brasil con el carnaval de Río de Janeiro.
Según datos oficiales, en 2024 ingresaron al país 48,582 visitantes durante los días de carnaval, de los cuales 39,118 lo hicieron por vía aérea. Asimismo, dos cruceros atracaron en puertos panameños con cerca de 6,000 pasajeros en total. Si bien estas cifras muestran un importante arribo de turistas, palidecen frente a los millones que recibe Río anualmente gracias a una poderosa campaña de promoción global.
Para consolidar al carnaval panameño como un atractivo internacional se requiere, en primer lugar, una estrategia coordinada entre el sector público y privado. Es necesario diseñar una marca país que resalte la diversidad étnica y cultural de estas celebraciones, invirtiendo en publicidad dirigida especialmente a Norteamérica y Europa. Asimismo, la infraestructura hotelera y de transporte debe expandirse para satisfacer un eventual incremento en la demanda.
Por supuesto, este impulso turístico debe realizarse de forma sostenible, velando por preservar el verdadero espíritu de la festividad y evitando un exceso de comercialización. Pero con una adecuada planificación, el carnaval panameño puede convertirse en un foco de atracción turística, generando empleos y divisas para el país.
El carnaval ya es parte integral de nuestra idiosincrasia. Ahora es tiempo de compartir con el mundo entero la alegría, el colorido y la hospitalidad que caracterizan a esta celebración. Con visión y trabajo en conjunto, podemos potenciar al carnaval panameño como embajador de la marca Panamá.