Uno de los cantantes más famosos de los siglos XX y XXI en los Estados Unidos, Tony Bennett, murió este viernes a los 96 años de edad en su residencia de Nueva York.
A dos semanas de haber podido cumplir los 97 años, Bennett terminó así una larga lucha contra el Alzheimer, que le fuera diagnosticado en el año 2016, y que aún así no le impidió continuar con unas cuantas presentaciones y grabaciones con Diane Hall, en 2018 y Lady Gaga, en 2021, trabajo con el cual ganó un Grammy al mejor álbum pop tradicional.
Bautizado como Anthony Dominick Benedetto, nació el 3 de agosto de 1926 en Astonia, un barrio del distrito de Queens, Nueva York, en un hogar compuesto por inmigrantes italianos.
De niño, escuchaba y cantaba las canciones Bing Crosby, uno de sus ídolos e inspiradores, además de escuchar a los artistas del jazz como Louis Armstrong. Este conjunto de exquisitas melodías hizo mella en Bennett, quien tuvo otro impulso con su tío, de quien aprendió a bailar tap para participar en algunas funciones particulares.
A los 10 años, en 1936, bailó y cantó en una actividad en honor al alcalde de Nueva York, destacándose sobremanera, dando inicio así a su carrera artística. Estaba estudiando en el High School of Industrial Art, donde además del canto, cultivó la pintura, pero tuvo que dejar todo para ayudar a su madre con los gastos del hogar. Cantaba en restaurantes y recibió además de un salario de los dueños, buenas propinas de los comensales.
Con 18 años, participó en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial desde donde retornó con madurez y experiencia, además de un reafirmado pensamiento pacifista que marcó su vida y carrera profesional.
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Su trabajo y la oportunidad que logró a través de Bob Hope, quien además le sugirió usar como nombre artístico Tony Bennett, propicio un auspicioso despegue en 1950, impulsado además por la aparición de la televisión.
Sin embargo, la aparición del rock puso en pausa a Bennett, y supuso un período de fuertes situaciones personales, que incluyeron una dolorosa separación y una sobredosis de cocaína que habría podido matarle.
Tuvo la ayuda de sus hijos Danny y Dae Bennett. quienes además de ayudarle financieramente, pudieron darle un rumbo adecuado a su vida personal y artística; en 1980, Tony Bennett retornó con fuerzas.
Desde ese momento, la carrera del talentoso artista retomó su impulso, gracias a una conexión difícil de lograr en estos tiempos: conectar a las nuevas generaciones con el pasado, algo que consiguió con notable éxito.
Ya en el Siglo 21, Tony Bennett mantuvo su popularidad, siendo aclamado y venerado por los críticos y sus colegas, hasta su retiro oficial en el año 2021.
Se considera que Bennett logró una conexión sin precedentes con todas las generaciones del público, tanto en Estados Unidos, como alrededor del mundo; además, mantuvo su firme compromiso con los ideales humanitarios salvando diferencias y destacanco lo que tenemos en común como ciudadanos del planeta. Luchó por los temas difíciles que otros líderes soslayaron, siendo un individuo fiel a la autenticidad y creatividad musical.
Canto y bailó con los grandes de ocho décadas y dos siglos diferentes. Deja como legado una conexión indisoluble con el arte, la música y los ideales del mundo.