
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) sigue siendo uno de los mayores problemas de la salud pública mundial, resalta la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según estadísticas de la organización, este año fallecieron 650 000 personas por causas relacionadas con el VIH y 1,5 millones contrajeron el virus.
Aunque la enfermedad no tiene cura, gracias al acceso creciente a la prevención, diagnóstico, tratamiento y atención eficaces del VIH y de las infecciones oportunistas, se ha convertido en una enfermedad crónica, y los pacientes pueden tener una vida larga y saludable.
Tratamiento
Hoy en día, existen diferentes tratamientos con resultados positivos para el manejo de esta enfermedad y el bienestar de los pacientes. En Panamá, además de los tratamientos existentes disponibles, cuenta con una nueva posibilidad, que de manera innovadora combina dos moléculas darunavir y cobicistat en un solo comprimido, lo cual facilita la adherencia al tratamiento y mejorando la calidad de vida de los pacientes.
Este tratamiento, además de tener una alta potencia tiene una barrera genética muy alta, es decir que es muy difícil de tener resistencia del medicamento y permite tener la posibilidad de combinarlo con otras terapias para poder darlo tanto en un paciente nuevo que va a iniciar su terapia como uno que va a cambiar su terapia porque no la toleraba bien o en rescate, es decir pacientes que han fracasado por resistencia a las terapias anteriores, explica el inmunólogo y director del Centro de VIH del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, el doctor Alejandro Afani Saud.
El doctor Alejandro Afani Saud, detalló que “este novedoso fármaco presenta una gran versatilidad y puede ser utilizado en una amplia variedad de pacientes y situaciones. Es efectivo tanto para aquellos pacientes con VIH que no han recibido tratamiento previo como para aquellos que requieren tratamientos de rescate. Además, es una opción viable para pacientes con insuficiencia renal, una carga viral muy elevada o que no toleran otras terapias”, explicó a Destino Panamá.
Los pacientes con VIH en la actualidad requieren tratarse de por vida con un régimen de tratamiento antirretroviral que suele estar compuesto por una combinación de dos o más medicamentos que se deben tomar a diario, lo que reduce la concentración del virus en el cuerpo. Por esta razón, es necesario contar con medicamentos efectivos que contribuyan a su bienestar y se ajusten a las necesidades individuales de cada paciente.
“Es importante que como médicos tratantes evaluemos diferentes factores, como la presencia de comorbilidades, posibles interacciones medicamentosas y efectos adversos para garantizar que los pacientes reciban la terapia que se adecúe apropiadamente a su condición” detalló el doctor Afani.
De acuerdo con los datos más recientes del Ministerio de Salud de Panamá, en 2022 vivían más de 22 mil personas con VIH en el país, de las cuales, 1.500 fueron casos nuevos reportados durante ese año. Con la llegada de este nuevo fármaco, los pacientes ahora tendrán una nueva opción para optimizar e individualizar su tratamiento, para que puedan mejorar el manejo de su enfermedad y calidad de vida.
La medicación combina dos moléculas, darunavir caracterizada por su alta barrera genética y eficacia en diferentes escenarios y perfiles de pacientes, y cobicistat, un nuevo potenciador que cuenta con una alta tolerabilidad.
Actualmente existen diferentes terapias para el manejo del VIH, cada una con distintos regímenes de tratamiento, según la forma en que combaten el virus. Por un lado, están los medicamentos que bloquean o alteran la transcriptasa inversa, integrasa o la proteasa, una enzima que necesita el VIH para reproducirse. Por el otro, los inhibidores de entrada que evitan que el virus entre en las células objetivo del sistema inmunitario. Algunos de estos medicamentos están disponibles combinados en una pastilla, como es el caso de este nuevo tratamiento al que a partir de la fecha tienen acceso los pacientes panameños.
“Desde Janssen tenemos un compromiso firme con los pacientes de VIH. Esta medicación permite frenar un mayor número de mutaciones del virus debido a que tiene una gran barrera genética. Tiene una tolerabilidad adecuada, que lo hace un medicamento seguro y reduce sus efectos adversos. Reconociendo que estos pacientes necesitan seguir un régimen terapéutico que suele componerse de más de un medicamento diario, es clave brindarles opciones con las que puedan simplificar y optimizar el manejo de su enfermedad”, finalizó Rocío Paz, gerente médico para VIH en Janssen Centro América y Caribe.
Testeos
De acuerdo con el médico chileno, en Latinoamérica ha habido un incremento en esta enfermedad, lo cual ocasiona un problema para la salud pública.
“Nosotros en Chile estamos trabajando en varios aspectos que tienen que ver con el diagnóstico promoviendo el testeo, el acceso de diagnosticar los más precozmente posible a los pacientes”, añadió el especialista y de acuerdo con el médico, hay un problema en toda la región y es que no ha habido una disminución de los nuevos casos diagnosticados como está ocurriendo a nivel mundial.
“Si miras los últimos reportes de ONUSIDA viene un reporte de disminución de los nuevos casos diagnosticados y de la mortalidad, pero lamentablemente en la región de Latinoamérica no ha ocurrido eso ha habido un estancamiento e incluso un incremento, por lo tanto, hay que apuntar por controlar la pandemia en términos del acceso del diagnóstico (…) Nosotros en Chile estamos promoviendo el testeo rápido y el auto test que es una de las estrategias fundamentales para poder diagnosticar”, añadió Afani.
El galeno reiteró que a medida que se diagnostica al paciente, de inmediato se le podría en tratamiento y con eso se disminuiría la carga viral comunitaria para poder controlar la pandemia, porque hoy en día “está un poco desatado” el grupo de gente joven entre 15 a 29 años que lamentablemente no se han cuidado.
De acuerdo con Afani, hay muchos factores que incluyen que en la región la pandemia no se haya controlado. Uno de ellos es que no hay una educación sexual estructurada y como ya el VIH pasó de ser una enfermedad crónica controlada ya que nuestros jóvenes nacieron en una época donde ya los pacientes no se morían.
El científico explicó que los jóvenes que nacieron en el 2000 que hoy día tienen 20 años, no conocieron la mortalidad de la enfermedad y eso hace que haya una percepción de riesgo a la transmisión, además no toman medidas con información y se produce una pérdida de autocuidado y una sexualidad responsable. Por otro lado, no utilizan mucho el preservativo tanto el condón masculino como el femenino. “Todas esas cosas se conjugan y en que no esté controlada la infección, no tengamos diagnosticadas todas las personas y más aún, muchos pacientes llegan tarde a su diagnóstico, es decir cuando la enfermedad ha avanzado y el sistema inmunológico se ha deteriorado (…) el pronóstico no es el mismo cuando se empieza tarde el tratamiento”, agregó.
Para el médico, es importante insistir el testeo, no solo en los hospitales y Policlínicas, sino también llevarlos a las escuelas y discotecas.
Cifras de VIH en Panamá
De acuerdo con estadísticas de la fundación Probidsida, el número de nuevos casos de VIH por año en Panamá es de 1300 a 1400, cifra que lamentablemente ha seguido aumentando a través de los años.
Según el doctor Orlando Quintero, de Probidsida, estas cifras nos dice, que tenemos que redoblar esfuerzos en la prevención, tanto en campañas, como en el trabajo, en las escuelas y las universidades, para no solo informar, sino sensibilizar y concienciar a todas las personas, en especial a las sexualmente activas, así como un llamado fuerte a realizarse la prueba del VIH, para un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno, ya que se evita que la persona siga infectando, y ya recibiendo tratamiento, se evita que desarrolle la etapa SIDA y además toda persona bien controlada con los medicamentos antirretrovirales, y con carga viral indetectable (número de virus de VIH en sangre por debajo de 50 copias por mililitro) el virus pierde la capacidad de transmitirse, asea el tratamiento, pasa a ser una excelente arma de prevención.
Con respecto al número de casos de SIDA nuevos por año si han ido disminuyendo a unos 350 casos, esto es por debido al tratamiento y que hay un aumento del número de personas que se hacen la prueba y se logra un diagnóstico temprano, aunque todavía entre un 40 y 50% de personas que los diagnósticos se hacen tardíos, ya en etapa SIDA.
En el país, el mayor número de casos son en hombres y hoy día hay 22,283 personas que viven con VIH, de las cuales 15,580 son hombres y 6,703 son mujeres.
El mayor grupo etario afectado esta entre las edades de 20 a 29 años, hace unos 8 a 10 años el grupo más afectado era de 30 a 39 años, lo que es sumamente preocupante, ya que las estadísticas indican que hoy dio los más afectados es la juventud.
Con respecto a las regiones con más casos de VIH en el país, la encabeza la Metropolitana, seguida de Panamá Oeste, San Miguelito y la comarca Ngäbe Buglé
En casos de SISA, se mantiene como número uno la Región Metropolitana, le sigue la Comarca Ngäbe Buglé, Panamá Oeste y San Miguelito.
Respecto a las defunciones por SIDA la encabeza la comarca Ngäbe-Buglé, seguida de la Región Metropolitana, la provincia de Colón y Panamá Oeste.
El doctor Quintero resaltó que el problema en la Comarca Ngäbe Bugle es extremadamente grave, ya que, solo teniendo una población de unos 300mil, este dentro de los primeros lugares.
Para el galeno, la educación sexual es vital en los colegios, así como en el hogar, sin embargo, el tabú sobre la sexualidad que existe en la población es otro componente que empeora el problema.
Respecto a los tratamientos en Panamá, el médico indicó que tanto el Ministerio de Salud como la Caja del Seguro Social están dando el tratamiento y de primera línea a nivel mundial, pero el problema del desabastecimiento persiste, pero no tan grave como en otros años.