Las selecciones de Argentina y Francia, ambas dos veces campeonas del mundo, y México, de la Concacaf, hacen sus respectivos estrenos en la tercera fecha del campeonato mundial de fútbol, que se juega en Catar.
En una jornada que comienza a las 5am (hora de Panamá), habrá cuatro partidos con ocho selecciones debutantes en la competencia.
Los argentinos, considerados entre los favoritos para llevarse el torneo, han armado de la mano de Lionel Scaloni un equipo que combina la veteranía de dos emblemas: Di María y Messi, unido a figuras como Lautaro Martínez, Nico Ottamendi, Rodrigo De Paul y Nicolás Tagliafico, representan la oportunidad para los sudamericanos de ganar el torneo por tercera ocasión, y por primera vez desde 1986.
Messi, con 35 años, encara su quinto y posiblemente último campeonato. Lo hace en un muy buen nivel, a diferencia del 2018, cuando pese a ser finalista, no lució como un jugador de la estatura que se le conoce.
El rival de Argentina es Arabia Saudita, veloz y fuerte, pero carente de figuras de renombre para encarar a un rival como los albicelestes.
Esto lo reconoce el propio técnico Saudí, Hervé Renard, quien no obstante, considera que su onceno peleará contra los argentinos de la misma forma que lo hará ante Polonia y México, los otros rivales de grupo.
Precisamente, polacos y aztecas se medirán a las 11am, en un partido vital para ambos equipos, en donde una derrota podría significar una despedida anticipada del torneo.
Unidos en torno a la gran figura de Robert Lewandoski, los dirigidos por Czeslaw Michniewicz son cautos, mas no temerosos, ante el plantel mexicano, cuyas figuras son muy conocidas por ellos.
Por su parte, Dinamarca y Túnez abren acciones a las 8am, en otro duelo caracterizado por la urgencia de un resultado positivo en el primer partido de su grupo.
Con el arquero Kasper Schmeichel como capitán y figura, los daneses tratarán de salir adelante ante los tunecinos, un equipo recio y veloz.
Finalmente Francia, el vigente campeón, luciendo algo diezmado por numerosas lesiones en algunos de sus principales jugadores, se medirá a Australia, un plantel que se caracteriza por su fortaleza física, más que por un juego vistoso.